Hong Kong reportó el martes su primera muerte por coronavirus, la segunda fuera de China continental causada por un brote que se ha extendido por todo el mundo, dejando al menos 427 fallecidos y generando temores por sus efectos en el crecimiento económico mundial.
El mercado bursátil de China se estabilizó tras perder unos 400.000 millones de dólares el lunes, en una jornada en la que los mercados globales también se recuperaron de una liquidación.
Pero las noticias seguían siendo malas. Macao, el mayor centro de apuestas del mundo, pidió a todos los operadores de casinos que suspendieran las operaciones durante dos semanas para ayudar a frenar la propagación del virus.
En tanto, Hyundai Motor dijo que suspenderá la producción en Corea del Sur, su mayor centro de fabricación, convirtiéndose en el primer gran fabricante de automóviles en hacerlo fuera de China debido a la interrupción en el suministro de piezas como resultado del brote.
La primera muerte en Hong Kong fue de un hombre de 39 años que había visitado la ciudad de Wuhan, epicentro del brote, dijeron fuentes hospitalarias.
Las autoridades dijeron que el número de víctimas en China aumentó a 425, con un incremento récord durante el día de 64 fallecidos. La mayoría de las nuevas víctimas residían en la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital.
El número total de infecciones en China aumentó a 20.438, y hubo casi 200 casos en otros 24 países y regiones como Hong Kong y Macao.
La cifra de infectados en Tailandia subió a 25, la mayor fuera de China, mientras que en Singapur llegó a 24.
Se notificaron nuevos casos en Estados Unidos, entre ellos un paciente en California que se contagió a través de un contacto estrecho con alguien de la misma vivienda que había sido infectado en China.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado una emergencia mundial por el virus similar a la gripe, mientras que los expertos dicen que aún se desconoce mucho, incluida su tasa de mortalidad y las rutas de transmisión.
Tales incertidumbres han generado fuertes medidas por parte de algunos países, ofendiendo a China, que ha pedido respuestas tranquilas y basadas en hechos en lugar de alarmismo.
El diluvio de desinformación en las redes sociales -desde una recomendación para comer más cebollas hasta una advertencia de propagación a través de un videojuego- ha llevado a los gobiernos asiáticos a responder con arrestos, multas y leyes sobre noticias falsas, irritando a los defensores de la libertad de expresión.
Al menos 16 personas han sido arrestadas por diversas publicaciones relativas al coronavirus en las redes sociales en Malasia, India, Tailandia, Indonesia y Hong Kong.
La incertidumbre está llevando a algunos países a adoptar medidas extremas para frenar la propagación. Australia envió a cientos de evacuados de Wuhan a una isla remota en el Océano Índico, mientras que Japón ordenó la cuarentena de un crucero que transportaba a más de 3.000 personas. Reuters