–Entender la corrupción no solo como el uso indebido de los recursos públicos sino también como el uso y abuso del poder conferido a los Gobiernos, y a los que se favorecen con este, es uno de los desafíos de la nueva Cátedra Anticorrupción que lanzará la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Considerando que en Colombia la corrupción se convirtió en un titular frecuente y en un “destino insalvable” cuyo análisis parece centrarse en cómo se hace la trampa y en qué cantidades y no en las causas estructurales del problema, la nueva Cátedra abordará el tema de la corrupción y la probidad pública más allá de las cifras y los escándalos.
Por ello, el objetivo de las directivas de la UNAL a través de la Cátedra Anticorrupción, que se dictará con el apoyo de la Universidad Militar Nueva Granada y de la Procuraduría General de la Nación, es generar un debate profundo sobre el tema.
Según el profesor Carlos Augusto Hernández, vicerrector académico de la UNAL, uno de los fines misionales de la Institución es estudiar y analizar los problemas nacionales y proponer con independencia formulaciones y soluciones pertinentes a la sociedad, además de formar integralmente al ciudadano.
Partiendo de estas premisas y reconociendo que la corrupción es un fenómeno incrustado en el alma de la sociedad colombiana, el académico indicó que la Cátedra tendrá como reto entregar propuestas concretas a los decisores y dejar una huella en quienes asistan.
“Las cátedras que tenemos para el primer semestre de 2020 fueron organizadas con los estudiantes retomando los problemas por los que se movilizó la sociedad el año pasado. Con la de anticorrupción queremos tener esa misma dinámica: entregar ideas concretas al Gobierno, construidas de una manera participativa con los distintos actores”, aseguró el vicerrector.
Por su parte, el profesor Pablo Enrique Abril Contreras, vicerrector General de la UNAL, recordó que “el profesor José Félix Patiño sabía que la formación en salud no era solo una cuestión técnica, sino también humanística, y eso se extiende a otras áreas”.
En ese sentido, considera que “una cosa es formar al individuo para desarrollar sus potencialidades y otra es prepararlo como actor transformador de la sociedad, y en eso la Universidad tiene una gran responsabilidad”.
Agrega que “la Cátedra Anticorrupción debe ir más allá de dar cifras técnicas de cómo se roban al país; debe, ante todo, tocar al estudiante y transformarlo para que entienda que su labor como profesional es ponerse al servicio de la sociedad y hacer un uso adecuado del conocimiento”.
Para la profesora Carmen Alicia Cardozo de Martínez, secretaria General de la UNAL, “la cátedra anticorrupción se debe convertir en la puerta de un programa institucional de integridad y probidad pública promovido desde la academia para que tenga impacto en toda la sociedad, que incluya un observatorio, un centro de pensamiento y unos focos con líderes que vayan abriendo camino. Eso nos permitiría lograr una gran movilización sobre temas como el de la corrupción y generar redes y estrategias mediáticas para combatirla”.
Por lo pronto, con la participación de Liliana Caballero Durán, representante de la Procuraduría Delegada para la Vigilancia Preventiva de la Función Pública; Ana Polack, de la Universidad Militar Nueva Granada, y del cuerpo directivo de la UNAL, la cátedra –prevista para iniciar en el segundo semestre de 2020– debe ser dinámica, participativa y propositiva, con impacto en la opinión pública y en la comunidad en general. (Información Agencia UN)