El comercio mundial en 2020 se reducirá entre el 13% y el 32% por causa de la pandemia del Covid-19
–El comercio mundial de mercancías se desplomará entre un 13 y un 32 por ciento este año como consecuencia de la pandemia del coronavirus, según las previsiones de la Organización Mundial de Comercio , OMC, la cual afirma que se espera una recuperación en 2021, pero dependiendo de la duración del brote y de la eficacia de las respuesta de los gobiernos.
“El inevitable descenso del comercio y de la producción tendrá dolorosas consecuencias para los hogares y las empresas, aparte del sufrimiento humano causado por la propia enfermedad”, afirmó en conferencia de prensa este jueves el director general de la OMC Roberto Azevedo.
“El objetivo inmediato es controlar la pandemia y mitigar los daños económicos a las personas, las empresas y los países. Sin embargo, los encargados de la formulación de las políticas deben empezar a planificar la etapa posterior a la pandemia,” añadió.
“Esta crisis es ante todo una crisis sanitaria, que ha obligado a los Gobiernos a adoptar medidas sin precedentes para proteger la vida de la gente”, dijo el Director General Roberto Azevêdo.
“El objetivo inmediato es controlar la pandemia y mitigar los daños económicos a las personas, las empresas y los países. Sin embargo, los encargados de la formulación de las políticas deben empezar a planificar la etapa posterior a la pandemia,” dijo el Director General y añadió:
“Las cifras son feas, no hay cómo negarlo. Con todo, una recuperación rápida y vigorosa es posible. Las decisiones que se adopten hoy determinarán la configuración futura de las perspectivas de recuperación y crecimiento mundiales. El comercio será un componente importante en este sentido, junto con la política fiscal y monetaria. Para reactivar las inversiones que necesitaremos será fundamental que los mercados se mantengan abiertos y sean previsibles, y fomentar un entorno empresarial más favorable en general. Si los países colaboran, veremos una recuperación mucho más rápida que si cada uno actúa por su cuenta”.
En su informe, la OMC dice que es probable que la caída del comercio sea más pronunciada en sectores caracterizados por la complejidad de los vínculos en las cadenas de valor, sobre todo en el caso de los productos electrónicos y de la industria del automóvil.
Según la Base de Datos sobre el Comercio en Valor Añadido (TiVA) de la OCDE, la proporción de valor añadido extranjero en las exportaciones de productos electrónicos se situaba en torno al 10% en los Estados Unidos, en el 25% en China, en más del 30% en Corea, era mayor del 40% en Singapur y superaba el 50% en los casos de México, Malasia y Viet Nam.
Señala que las importaciones de los principales insumos para la producción se verán probablemente interrumpidas por el distanciamiento social, que llevó al cierre temporal de fábricas China, lo que ahora tiene lugar en Europa y América del Norte. Sin embargo, conviene recordar que puede haber perturbaciones de las cadenas de suministro complejas a consecuencia de desastres localizados, como huracanes, tsunamis y otras perturbaciones económicas. La gestión de las perturbaciones de las cadenas de suministro es un desafío tanto para las empresas mundiales como locales, y que exige un cálculo de los riesgos frente a la eficiencia económica por parte de cada empresa.
Subra que el comercio de servicios bien podría ser el componente del comercio mundial más directamente afectado por la COVID-19 por la imposición de restricciones al transporte y los viajes y el cierre de muchos establecimientos minoristas y hoteleros o de restauración. Los servicios no están incluidos en las previsiones de la OMC sobre el comercio de mercancías, pero la mayor parte del comercio de mercancías sería imposible sin ellos (por ejemplo, el transporte). A diferencia de los bienes, no hay existencias de servicios que se puedan retirar ahora para reponerlas en una etapa posterior. En consecuencia, lo que disminuya el comercio de servicios durante la pandemia puede perderse para siempre. Los servicios también están interconectados, y el transporte aéreo propicia un ecosistema para otras actividades culturales, deportivas y recreativas. Sin embargo, algunos servicios pueden beneficiarse de la crisis. Es el caso de los servicios de tecnología de la información, cuya demanda ha experimentado gracias a que las empresas tratan de que los empleados trabajen desde casa y la gente se relaciona a distancia.
La repercusión del brote de COVID-19 en el comercio internacional todavía no es visible en la mayoría de los datos comerciales, pero algunos indicadores oportunos e importantes pueden dar ya pistas sobre el alcance de la desaceleración y su comparación con crisis anteriores. A este respecto, son especialmente útiles los índices de nuevos pedidos de exportación derivados de los índices de gestores de compras. El índice de gestores de compras global de JP Morgan correspondiente a marzo mostraba que los pedidos de exportación de mercancías se redujeron al 43,3 en relación con un valor de referencia de 50, y que las nuevas actividades de exportación de servicios cayeron al 35,5, lo que indica una recesión grave, concluye el informe de la OMC.