La Beneficencia de Cundinamarca desarrolla los protocolos necesarios para cuidar la integridad de las 2.047 personas entre población adulta mayor y personas con discapacidad mental y cognitiva que se encuentra en los ocho centros de protección a su cargo, ante la situación sanitaria que enfrenta el país por causa del coronavirus.

“La Beneficencia de Cundinamarca expidió una circular el pasado 12 de marzo con el fin de extender medidas y advertencias a los operadores de los ocho centros de protección, solicitándoles implementar el protocolo del lavado de manos, desinfección, manejo de alimentos, restricción de visitas y salidas, con el objetivo de aunar esfuerzos para que esta población esté debidamente resguardada y goce de todas las medidas de seguridad para conservar su salud”, expresó, Salomón Said Arias, gerente de la Beneficencia de Cundinamarca.

Una de las principales acciones que se implementó es que la jornada laboral de los profesionales, personal técnico, administrativo y de servicios generales, que laboran en los centros, pasará de 8 a 12 horas y en algunos casos puntuales de 24 horas, con total apoyo de los expertos en salud. Se destaca la voluntad de muchos de ellos, quienes manifestaron su disposición a internarse para no salir y de esa manera evitar que el virus afecte a esta población en situación de vulnerabilidad.

Asimismo, la Beneficencia de Cundinamarca trabaja de la mano de las secretarías de departamentales de Salud y de Desarrollo e Inclusión Social, mediante acciones preventivas y de atención para la contención de la COVID-19 en los 204 centros de atención al adulto mayor y Centros Vida que existen en el departamento inscritos a la Secretaría de Salud, que prestan sus servicios a más de 6.000 usuarios.

Una vez se declarada la cuarentena, el equipo profesional y técnico de la Subgerencia de Protección Social realiza monitoreo continuo, a través de correos electrónicos, WhatsApp y llamadas telefónicas, a cada uno de los Centros de Protección, para apoyar lo relacionado con la emergencia.