El virus no se toma el fin de semana”, dijo el gobernador de California este lunes al criticar las playas abarrotadas el fin de semana en su estado, lo que aseguró puede echar atrás los logros para contener la pandemia.
Mientras las playas de Los Ángeles están cerradas, los vecinos condados de Orange y Ventura las mantienen abiertas bajo la petición de mantener distanciamiento social.
Pero estuvieron repletas de gente, bajo temperaturas de más de 30 grados, lo que el gobernador Gavin Newsom calificó como “un buen ejemplo de lo que no queremos ver, de qué no hacer si queremos continuar el importante progreso realizado en las últimas semanas”.
“La realidad es que estamos a pocas semanas y no a meses de hacer cambios mensurables y significativos en la orden de confinamiento”, dijo el gobernador en una rueda de prensa por redes sociales. “Es una proyección que no obstante está impulsada por los datos, por el comportamiento”.
La mayoría no llevaba mascarillas pero cumplió con las órdenes de distanciamiento social, dijo la policía local, que emitió advertencias pero no multas.
“El virus no se toma el fin de semana, no se va a casa”, insistió Newsom. “Lo único que nos hará retroceder es nuestro comportamiento, (…) que la gente deje de practicar el distanciamiento físico y el distanciamiento social apropiado. Eso es lo único que va a frenar nuestra capacidad de reabrir esta economía”.
A diferencia de otros estados de Estados Unidos, California implementó rápidamente medidas de contención generalizadas, que ayudaron a evitar la propagación del coronavirus y el hacinamiento en los hospitales, clave para evitar muchas muertes, según los expertos.