El Tribunal Supremo de Estados Unidos escuchó este martes, por teleconferencia debido a la pandemia del COVID-19, los argumentos de las partes en tres casos relacionados con los datos financieros del presidente Donald Trump, cuya decisión podría conocerse entre junio o julio próximos, en plena campaña electoral a la Casa Blanca.
El primero de los litigios analizados -que consolida dos procesos- es el que busca que los bancos Deutsche Bank y Capital One le entreguen esa información del mandatario a los comités de Servicios Financieros y de Inteligencia de la Cámara de Representantes, controlada por la oposición demócrata.
Mientras el segundo, cuyos argumentos fueron escuchados por los magistrados inmediatamente después del primero, se remonta a agosto del año pasado, cuando la Fiscalía de Manhattan requirió a Mazars, la firma que gestiona la contabilidad del presidente y de la Organización Trump, que le entregara las declaraciones de impuestos de las ganancias personales y corporativas del presidente relativas a los últimos ocho años.
La Fiscalía ha pedido los documentos a Mazars como parte de una investigación que realiza sobre pagos de dinero en secreto a la actriz porno Stormy Daniels teniendo en cuenta la legislación del estado de Nueva York.
“Las citaciones en cuestión aquí no tienen precedentes”, subrayó en su exposición el abogado privado de Trump, Patrick Strawbridge, quien junto a Jeffrey B. Wall, letrado del Departamento de Justicia, defendió al presidente en el primer proceso.