El ciclón más poderoso en azotar el este de India y Bangladesh en más de una década causó la muerte de al menos 82 personas, dijeron autoridades locales, mientras los equipos de rescate peinaban las aldeas costeras enmarañadas en cableados eléctricos caídos y con vastas áreas inundadas.

Las evacuaciones generalizadas ordenadas por los gobiernos antes de la llegada del ciclón Amphan sin duda salvaron incontables vidas, pero el alcance total de víctimas y daños a la propiedad sólo podrán conocerse una vez que las comunicaciones estén restauradas, dijeron autoridades.

En el estado indio de Bengala Occidental, el jefe del gabinete, Mamata Banerjee, dijo que al menos 72 personas murieron, ya sea electrocutadas o aplastadas por árboles arrancados de raíz por ráfagas de viento de hasta 185 kilómetros por hora.

En la vecina Bangladés, la cifra inicial de fallecidos era de 10.

“Nunca había visto antes un ciclón así. Parecía el fin del mundo. Lo único que podía hacer es rezar (…) para que el todopoderoso Alá nos salvara”, dijo Azgar Ali, un residente del distrito de Satkhira en Bangladés, a Reuters.

Mohammad Asaduzzaman, un funcionario policial de alto rango, dijo que la tormenta desprendió los techos de las casas, tiró abajo los cableados eléctricos y dejó muchas aldeas inundadas.

Cuando el ciclón se aproximaba a la Bahía de Bengala el miércoles, las olas alcanzaron hasta cinco metros de alto, lo que anegó buena parte las áreas costeras.

Imágenes de Reuters TV grabadas en Bengala Occidental mostraron botes volcados, personas caminando con el agua hasta las rodillas y buses estrellados unos con otros. Otras grabaciones mostraron a personas tratando de levantar los postes de electricidad y pescadores intentando retener sus embarcaciones en medio de un mar embravecido.

Catalogado como un súper ciclón, Amphan se debilitó desde que tocó tierra para avanzar por el interior de Bangladés, donde fue degradado a un sistema frontal con fuerza similar a la de una tormenta tropical, de acuerdo a la oficina de meteorología de India.

Se espera que la tormenta de convierta en una depresión más tarde en el día. Reuters