Por: Luis Eduardo Forero Medina
El arsénico, liberado al ambiente por los volcanes, símbolo químico As, número atómico 33, también se encuentra en el aire, el agua, la tierra y entre los minerales, o es fuente de exposición a través del consumo de agua contaminada o comida preparada con esta, y cultivos alimenticios regados en una veintena de países con agua rica en arsénico; una de las 10 sustancias químicas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera más preocupantes para la salud pública.
Los usos del As son variados tanto a nivel industrial como doméstico; en el ámbito del hogar puede hallarse en el agua potable y el agua para lavar ropa. La industria militar lo usa en municiones, y en otros sectores de la economía no falta el As en curtido de pieles, farmacéuticos, madera, metálicos, pigmentos, plaguicidas, piensos, tabacaleras, textiles, vidrio, y cervecero. En el norte de Inglaterra en 1900 un lote de cerveza contaminada con arsénico causó 71 muertes y 6,000 intoxicaciones. En sacos de arroz recogidos al azar por el INVIMA ( Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos), para el año 2010 en los departamentos del Meta y Huila, se estableció “ que en todas las muestras existe presencia de As”; por lo que el INS (Instituto Nacional de Salud), creado hace 103 años, encontró que “La presencia de As en el arroz, tanto en su forma orgánica como inorgánica, es un peligro potencial para la salud, teniendo en cuenta los niveles de toxicidad de esta sustancia; especialmente para la población infantil (niños de 2- 3 años), sin que se haya superado el umbral toxicológico”. En países asiáticos el As inorgánico se ha encontrado en cultivos de arroz regados con ese líquido vicioso.
Hace una década, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios reevaluó los efectos del Arsénico en la salud humana, y una de sus conclusiones fue que en el caso de algunas regiones del mundo donde las concentraciones de arsénico inorgánico en el agua de bebida superan los 50-100 ?g/litro, hay cierta evidencia de efectos adversos. En otras regiones, donde las concentraciones de arsénico en el agua son elevadas, aunque no tanto (10-50 ?g/litro), si bien existe el riesgo de efectos contraproducentes, estos presentarían niveles de incidencia bajos, que serían difíciles de detectar dentro de un estudio epidemiológico.
“No existe pues una definición universal de las enfermedades causadas por el arsénico, lo que complica la evaluación de su carga para la salud” (OMS). La suprema autoridad sanitaria mundial tiene explicado que después de la exposición prolongada ( 5 años según la OMS, o 10 años según el INS de Colombia) a altos niveles de arsénico inorgánico, se observan generalmente cambios en la piel, lesiones cutáneas y durezas y callosidades en las palmas de las manos y las plantas de los pies (hiperqueratosis), cáncer de piel, cáncer de vejiga y de pulmón; problemas relacionados con el desarrollo; neurotoxicidad; diabetes; enfermedades pulmonares y cardiovasculares; presión arterial alta; enfermedades de los vasos sanguíneos de extremidades inferiores, y afecciones sobre la reproducción. El Arsénico de la misma manera se asocia a desenlaces adversos del embarazo y mortalidad infantil. “La exposición a niveles elevados de arsénico puede provocar la muerte” (medlineplus, gov.) En Colombia, los mineros artesanales podrían sufrir cáncer y otras enfermedades no cancerosas por la exposición al Arsenio, entre otros metales. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) puntualiza que los efectos de exposición de arsénico de corta duración, puede dar lugar a gastroenteritis graves alteraciones cardiacas, shock y convulsiones. En el CAS:7778-39-4 esa Organización recomienda “un examen médico periódico dependiendo del grado de exposición y NO llevar a casa la ropa de trabajo”.
En su forma inorgánica el arsénico es muy tóxico; países como la Argentina, Bangladesh, Chile, China, la India, México y los Estados Unidos de América, tienen problema de As inorgánico en las aguas subterráneas. En varios distritos de Perú, el agua potable muestra una contaminación por arsénico generalizada que supera el límite de arsénico establecido por la OMS. En busca de soluciones se sustituyen las fuentes de abastecimiento con elevados niveles de As; por ejemplo, las aguas subterráneas, por fuentes de abastecimiento con bajos niveles de As y microbiológicamente seguras, por ejemplo, agua de lluvia o aguas superficiales debidamente tratadas. Otra es reservar el agua con bajos niveles de arsénico para beber, cocinar y regar, y utilizar el agua con alta concentración de As para para lavar la ropa. De esta manera, la comunidad ampliando los conocimientos acerca de los efectos tóxicos del As y cómo previniéndolos entre todos, resulta ganadora. Es necesario que los miembros de cada colectividad comprendan los riesgos asociados a la exposición a altos niveles de arsénico y las fuentes conexas mencionadas.
Chile y Perú en 2003 fueron el segundo y tercer productor respectivamente más grande de compuestos de arsénico en el mundo; el primero fue China, según los CDC. Las otras 9 sustancias químicas que la OMS considera más preocupantes para la salud pública son el amianto o asbesto, el benceno, el cadmio, las dioxinas y sustancias similares, exceso o cantidad inadecuada de flúor, el mercurio, el plomo, los plaguicidas altamente peligrosos y la contaminación del aire.
@luforero4