En una coyuntura mundial en donde el COVID-19 paralizó sin clemencia a todos los países, las preocupaciones se centran no solo en la prevención de este virus, sino también de otro tipo de enfermedades. En este contexto, la prevención por medio de la higiene y la vacunación se hace imperativa, sobre todo en el marco de esta pandemia que exige los máximos cuidados.
En días pasados, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, la UNICEF y la Alianza Mundial sobre Vacunas e Inmunización, alertaron sobre la interrupción masiva de la vacunación en Sarampión y Poliomielitis en alrededor de 80 millones de menores, a causa de las medidas adoptadas a nivel mundial para evitar el contagio del covid-19.
Esto, sumado al temor social frente a la posibilidad de contagiarse del virus que hoy aqueja al mundo, podría suponer un retroceso de hasta una década en los progresos alcanzados en la erradicación de enfermedades infecciosas prevenibles como el sarampión, de especial gravedad para los niños, y que hasta ahora estaban controladas en muchos países.
Adicionalmente, la Directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, advirtió que vacunarse a tiempo de otras enfermedades es clave en el propósito de preparar la región para administrar la vacuna para COVID 19 cuando esta se desarrolle.
Una alerta que impacta a Colombia
Este llamado también toca a Colombia, que hace tan solo dos años estuvo en alerta por la posible importación de casos de sarampión.[2] De hecho, en el 2018, Medellín registró la llegada de un menor de edad que no contaba con antecedentes de vacunación para la enfermedad, presentando síntomas de la misma y requiriendo atención médica en un hospital de la capital antioqueña.
Y, aunque en 2019 la situación de Medellín cambió y se declaró territorio libre de sarampión y rubéola por parte de Organización Panamericana de la Salud[4], el llamado realizado recientemente por el Director de la OMS, refleja la importancia de mantener los esquemas de vacunación, más aún cuando en el país, según cifras del Instituto Nacional de Salud, a cierre del Periodo epidemiológico IV hay más de 420 casos notificados de Sarampión y Rubéola, de los cuales 307 fueron descartados y 112 están en estudio, además, se confirmó un caso de Sarampión, esto, en enfermedades 100% prevenibles con vacunación.
“Es claro que el COVID-19 se está llevando actualmente el protagonismo en el sistema de salud, pero no podemos desviar la atención a los esquemas de vacunación que, en determinadas etapas de la vida son inaplazables y que podrían desencadenar en consecuencias peores, como brotes de enfermedades prevenibles, que pueden poner en riesgo la salud pública nacional, además de la reducida capacidad hospitalaria actual.” Indicó, Silvia Bello, Gerente de Inmunización de Compensar.
Prevención garantizada
El Ministerio de Salud instó a las entidades territoriales, Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB) e Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) a dar continuidad a la vacunación sin generar concentraciones de personas, para, de esta manera, garantizar la protección del personal de salud y de los usuarios, a través de la implementación de diversas alternativas, entre ellas, la generación de citas previas para asistir a los puntos, unidades móviles y la vacunación a domicilio de pacientes que hacen parte de poblaciones priorizadas.
En línea con ello, Compensar Salud inició de manera anticipada, desde el 14 de abril, la adecuación y reorientación de sus servicios de vacunación, alcanzando una cobertura de más de 73.000 personas en el transcurso del año, de las cuales, más de 30.000 son menores de 6 años. En la población de primera infancia (menores de 6 años) la entidad ha realizado más de 60.000 actividades. Además, durante el último trimestre, más de 1.200 personas han sido vacunadas a domicilio.
Asimismo, la organización continúa sumando esfuerzos, y trabajando en la búsqueda de nuevas alianzas y alternativas que permitan acercar sus servicios de vacunación a las poblaciones priorizadas, garantizando su seguridad y cobertura en medio de la crisis sanitaria que enfrenta el país.
?En Colombia, las vacunas contra enfermedades como el sarampión, la rubéola y la influenza, son gratuitas y están incluidas dentro del Plan Ampliado de Inmunización (PAI), lo que garantiza el libre acceso a toda la población, independientemente si se está afiliado no a servicios de salud.