El estudio, realizado por trabajadores de la Rama Médica de la Universidad de Texas y respaldada por los laboratorios, se centró en la mutación N501Y en la proteína espiga del virus que es común a ambas variantes.
La investigación evaluó cómo respondía a los virus mutados en muestras de sangre de 20 personas que habían recibido la vacuna con tecnología de ARNm de las compañías como parte de un análisis clínico previo. Y arrojó que los anticuerpos presentes en la sangre de las personas vacunadas, pudieron neutralizar una versión del virus mutado.
Aunque la investigación no evaluó otras mutaciones en la proteína espiga, los anticuerpos presentes en la sangre de las personas vacunadas atacaron el virus mutado tan bien como lo hicieron con la versión no mutada.
“Esto es claramente positivo, pero hay advertencias importantes que agregar”, manifestó Adam Barker, analista de Shore Capital Group Ltd. “El estudio solo aborda una mutación y no muestra si la vacuna realmente puede evitar que las personas contraigan la nueva variante” declaró.
Aunque son datos preliminares, los resultados son dan esperanza de que la vacuna pueda tener un efecto contra las nuevas variantes, una preocupación importante para las autoridades de salud que luchan por detener una ola de contagios, pese a que están intentando vacunar a cientos de miles de personas cada día.