Un grupo de científicos quedó sorprendido al ver por primera vez dos jirafas enanas en África, según se describe en un estudio publicado recientemente en la revista BMC Research Notes.
El descubrimiento se hizo entre 2015 y 2018, pero no fue sino hasta ahora que salió a la luz. Una jirafa común, debería alcanzar una altura de entre 5 y 6 y metros, pero las dos jirafas enanas de las que se habla en el estudio alcanzan apenas los 2,8 metros, casi la mitad de su estatura adulta promedio.
Los investigadores estaban haciendo un estudio fotográficos en 2015 en el Parque Nacional Murchison Falls (Uganda), cuando descubrieron a la primera jirafa con patas significativamente más cortas. Esta fue apodada ‘Gimli’, en honor al personaje ficticio de la trilogía ‘El Señor de los Anillos’. “La reacción inicial fue un poco de curiosa incredulidad”, comentó Michael Brown, biólogo de la Giraffe Conservation Foundation (GCF).
El segundo ejemplar, que fue llamado ‘Nigel’, fue avistado tres años después en el centro de Namibia y su altura máxima alcanzaba los 2,6 metros. En ambos casos, aunque el tamaño de sus cuellos era normal, su patas de eran inusualmente cortas, “lo que hacía que pareciera la cabeza de una jirafa pegada al cuerpo de un caballo” detalla el New York Times.
Después de estudiar a las jirafas enanas los científicos determinaron que de ‘Gimli’ y ‘Nigel’ padecen de un síndrome conocido como displasia esquelética, o desarrollo óseo anormal. Los especialistas detallan que esa condición se ha observado en humanos y animales domésticos, pero rara vez en animales salvajes.