Países europeos optan por vacunas chinas contra COVID-19 ante crisis suministro
–Mientras Hungría se sumaba a Serbia como punta de lanza en Europa de la inoculación masiva contra la COVID-19 con la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm, otros países del continente seguían luchando contra la crisis de suministro y buscando una manera de salir del confinamiento y caminar hacia la recuperación económica.
En aproximadamente un mes, el 14 por ciento de los 6,5 millones de habitantes de Serbia han recibido la primera dosis de la vacuna contra COVID-19, con la ayuda de 1,5 millones de dosis fabricadas en China.
Tras su vecino, Hungría anunció el 31 de enero un acuerdo con Sinopharm que le permitiría la inmunización de 2,5 millones de personas.
La próxima semana está previsto que llegue el primer lote, lo que convertirá a Hungría en el primer miembro de la Unión Europea (UE) en apuntarse a la vacuna china.
“El acuerdo acelerará la vacunación, lo que puede salvar la vida de miles de personas y contribuir a levantar antes las restricciones”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto.
También el 31 de enero, el ministro de Salud alemán, Jens Spahn, aseguró que estaba “abierto” al uso de vacunas rusas y chinas en Alemania, al tiempo que Markus Soeder, ministro-presidente del estado germano de Baviera, pedía al organismo de supervisión europeo que probase esas vacunas “lo antes posible”.
Además, un lote de vacunas de Sinopharm llegará pronto a Bosnia y Herzegovina, tras solicitarlo el 8 de febrero uno de los dos entes del país, la República Srpska, según confirmó a Xinhua el ministro de Salud y Bienestar Social de la república, Alen Seranic.
Las instituciones de la república, explicó, han hecho un seguimiento de los efectos científicos y las referencias de las vacunas de todos los productores, y la eficiencia, calidad y seguridad son los tres criterios que deben cumplir las aprobadas en el país.
A principios de este mes, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguraron que sus países estaban abiertos a cualquier vacuna aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), que hasta ahora solo ha dado luz verde a los preparados de Pfizer/BioNTech, Moderna y AstraZeneca.
Sin embargo, la escasez de vacunas aprobadas en el continente ha provocado cada vez más críticas públicas y la demanda de soluciones alternativas.
El miércoles, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, admitió que la UE se está quedando rezagada en la lucha contra el virus y que se había mostrado demasiado optimista en la producción en masa de vacunas.
Para obtener la aprobación de la EMA, se necesitan tres o cuatro semanas adicionales, lo que supone “una inversión en confianza y seguridad”, dijo, al tiempo que anunció un nuevo marco regulatorio como solución para acelerar el proceso.
La sociedad europea, no obstante, se ha mostrado menos paciente, pues salvar vidas y terminar con los confinamientos es imperativo.
“Si no hay vacunas, no podemos vacunar”, dijo el mes pasado Todor Kantardjiev, director del Centro Nacional Búlgaro de Enfermedades Infecciosas y Parasitarias, quien apuntó que el país no dudará en comprar cualquier vacuna que sea efectiva, segura y esté reconocida por Europa, incluidas las rusas y las chinas. (Información y foto Agencia Xinhua).