En el Día Mundial del Medio Ambiente y con participación del Presidente Iván Duque, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible firmó un convenio con Conservación Internacional y Allcot (desarrollador de proyectos contra el cambio climático) para sembrar 700 mil árboles que contribuyan a la restauración ecológica en áreas degradadas en la Sierra Nevada de Santa Marta.
“Hoy estamos aquí presentes, porque estamos mostrándole al mundo que, con una inversión de cerca de 7 mil millones de pesos, donde hay recursos del Ministerio de Medio Ambiente y recursos de cooperación internacional, vamos a recuperar cerca de mil hectáreas, sembrando estos bosques tropicales, estos bosques protectores, que traen consigo la participación de 750 familias de esta comunidad ancestral indígena, que nos hace sentir orgullosos como colombiano”, precisó el Mandatario, al término de la jornada de trabajo que cumplió en la Sierra Nevada, concretamente en el territorio indígena arhuaco de Kankawarwa, nombre que significa ‘Donde nace la vida’.
Agregó que “estamos hablando, en términos prácticos, de más de 700 mil árboles que serán sembrados y donde cada una de las comunidades va a tener su vivero, para sembrar esas semillas y distribuirlas en este bello ecosistema. Esta es la demostración de que el medio ambiente se protege de la mano también de las comunidades ancestrales, de que se puede hacer verdadera sostenibilidad, de que se puede sembrar una cultura para siempre en la ética de este siglo del Antropoceno, donde tenemos que fortalecer nuestra conexión y nuestro equilibrio con el medio ambiente”.
Aporte a la meta de 180 millones de árboles
De acuerdo con el Ministerio de Ambiente, la restauración de 1.000 hectáreas y la plantación de 700.000 árboles de especies nativas de ecosistemas tropicales y andinos de la Sierra Nevada, se aportará a la meta del Gobierno Nacional de sembrar 180 millones de árboles al 2022. A la fecha, ya se han plantado 60 millones 978.219 en diferentes regiones del país.
El proyecto durará 18 meses, aproximadamente, y se desarrollará a partir de cuatro componentes enfocados en conocimiento propio, restauración ecológica, intercambio de capacidades e instrumentos económicos. Contará con un presupuesto de 7.149 millones 983.546 pesos. El Ministerio aportará 5 mil millones de pesos (70%) y Conservación Internacional y Allcot 2.149 millones 994.456 pesos (30%).
Un total de 750 familias del Resguardo Indígena Arhuaco, de la Sierra Nevada de Santa Marta, participarán activamente en toda la ejecución. Para esto, se harán ejercicios de concertación para la identificación y la priorización de las zonas de importancia cultural y ambiental para las actividades de restauración y la ubicación de los viveros comunitarios. Todo esto, en pro de establecer un sistema de articulación cultural.
También se implementará un plan de formación de capacidades comunitarias e institucionales en el desarrollo de acciones de restauración ecológica y monitoreo de variables ambientales. Y a través del proceso de restauración, se generará un sistema de incentivos económicos a las familias involucradas y al personal técnico indígena que participe en las fases de diseño, implementación y monitoreo en las acciones de restauración.
Entorno de bioeconomía, ecoturismo y protección ambiental
De otro lado, al término del evento, el Presidente Duque anunció que en uno de los lotes que tiene la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que fue extinguido al narcotráfico, “podamos crear un entorno donde haya bioeconomía, ecoturismo, donde tengamos protección ambiental y donde le permitamos también a la comunidad mostrar su riqueza cultural, su artesanía, su producción”.
Trabajando de la mano con las comunidades
Por su parte, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Carlos Eduardo Correa, indicó que “aquí estamos trabajando por la conservación de nuestro planeta, por la restauración de muchas áreas que se han perdido a lo largo de los años, y que ahora, con las comunidades, vamos a poder recuperar y restaurar. Aquí estamos hablando de mil hectáreas, donde se va a trabajar en restauración de la mano con las comunidades. Y esto va a generar, también, muchísimo ingreso y reactivación económica en esta zona de la Sierra”.
Los indígenas arhuacos, al iniciar la jornada, hicieron un rito sagrado de recibimiento en Kankawarwa. Le expresaron al Presidente Duque, al Ministro Correa y a la comitiva del Gobierno Nacional y cooperantes internacionales algunas necesidades. Margarita Villafañe habló sobre la niñez y la juventud indígenas; Danilo Villafañe, gobernador arhuaco, se refirió a la restauración y a los programas de guardabosques; Eduar Álvarez, asesor del cabildo, expuso la importancia del cordón ambiental de la zona, y Atanasio Gil Moscate, gobernador kogui, pidió un mayor compromiso hacia su comunidad.
Para garantizar la estabilidad del proceso de restauración, en el convenio se han dispuesto tres mantenimientos de estos 700.000 árboles nativos con una periodicidad en promedio de tres meses entre cada sostenimiento, una vez iniciado los ciclos de siembra.
Los sitios en los que se sembrará serán seleccionados conjuntamente con la comunidad indígena de acuerdo con criterios ecosistémicos y culturales, teniendo en cuenta la distribución de las áreas con vocación para la restauración ecológica de los resguardos.
En el evento estuvieron presentes Carlos Manuel Rodríguez, presidente del GEF (de manera virtual); Fabio Arjona, director ejecutivo de Conservación Internacional, y Carlos Francisco Diazgranados, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena (Corpamag), entre otras personas.
Gran diversidad
La Sierra Nevada de Santa Marta es uno de los espacios naturales más emblemáticos e importantes de Colombia. Su ubicación geográfica como complejo montañoso aislado en los Andes, y la alta diversidad de ecosistemas y paisajes encarnan una de las diversidades biológicas más singulares de Suramérica, en la que se destacan cientos de especies de flora y fauna.
Además, ofrece importantes servicios ecosistémicos de los que depende una parte importante de los habitantes del Caribe colombiano. Es el hogar de los taironas, indígenas de gran relevancia e importancia cultural, que mantienen una relación tradicional con el hábitat de sus reservas.