Antes de la pandemia la salud mental de los colombianos ya dejaba ver un comportamiento que llamaba la atención de expertos y autoridades, así se identificó en la última Encuesta Nacional de Salud Mental (2015) -que se realiza cada cinco años y, en 2020, no se pudo desarrollar por las medidas de mitigación del virus-. Tras la llegada del covid-19, las afectaciones se han acrecentado, de acuerdo con lo que documenta la literatura científica y cifras preliminares.
Los brotes de enfermedades infecciosas han moldeado la sociedad y cultura en diferentes momentos históricos, como el SARS o el H1N1, con consecuencias sobre la salud mental del personal sanitario, como de la población en general, indicó la psiquiatra Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social.
“En la actualidad, la pandemia por covid-19 es una emergencia de salud pública de preocupación internacional y plantea un desafío para la salud mental de los individuos, las familias y las comunidades”, sostuvo la funcionaria, por lo que expuso en cifras el comportamiento de la situación actual de la salud mental a través de los indicadores trazadores, con la información disponible.
En Colombia, en los últimos cinco años aumentó el número de personas atendidas en salud mental en un 34,6 %; sin embargo, la frecuencia de uso de servicios mantiene estable en cuatro atenciones/año por persona. (Ver Tabla 1)
Por otra parte, hubo una disminución de registro de atenciones en salud mental entre 2019 y 2020, con una variación porcentual de -23 %; en personas con trastorno mental por consumo de sustancias psicoactivas en -32 % y con diagnóstico de epilepsia en -14 %. Pero, se mantuvo la concentración de atenciones en las personas al año.
A nivel territorial, los departamentos con mayor número de personas atendidas fueron: Magdalena, Atlántico, Córdoba, Antioquia, Bolívar, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Quindío, Caldas, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Tolima y Risaralda. En promedio, el 80% de la población atendida vive en zona de cabecera urbana.
En el análisis por sexo, la atención fue mayor en mujeres en general; aunque, se registró mayor número de atenciones en hombres de 10 a 14 años, por trastornos mentales y trastornos mentales por consumo de sustancias psicoactivas.
Al segmentar por edad, en niños y niñas menores de 5 años el diagnóstico más registrado fue trastorno de desarrollo del leguaje. En población de 6 años en adelante fue trastorno mixto de ansiedad y depresión.
El 57,4 % de la población atendida por trastornos de salud mental pertenece al régimen contributivo y el 60,77 % de la población atendida por trastornos de salud mental por consumo de sustancias psicoactivas, pertenece al régimen subsidiado.
“En promedio el 88,5 % de la población fue atendida en servicios de consulta externa. En servicio de procedimientos y hospitalización, en promedio el 23,8 % fue por trastornos de salud mental por consumo de sustancias psicoactivas”, señaló la funcionaria.
Acciones
En respuesta a la situación derivada por la pandemia, la cartera de Salud ha emitido orientaciones técnicas a través de boletines y lineamientos. Asimismo, ha formado a 5.000 profesionales en primeros auxilios psicológicos y 1.650 personas de la comunidad recibieron psicoeducación.
En servicios de salud se dieron 735 habilitaciones y 1.950 autorizaciones transitorias de servicios de atención, más del 90 % a través de telemedicina.
Por otra parte, en fortalecimiento de capacidades, se realizaron 72 escenarios de asistencia técnica con participación territorial.
Desde el 14 de abril de 2020 opera la línea nacional de teleorientación en salud mental, a través de la opción 4 de la línea nacional 192, la cual presta servicio los siete días, 24 horas, con capacidad instalada para recibir 300 orientaciones/día.
Desde allí se realizaron más de 23 mil interacciones de teleorientación a personas de todas las edades, en todo el territorio nacional. Los motivos más frecuentes de consulta fueron orientación y apoyo psicológico en situaciones de reacción al estrés, síntomas de ansiedad y depresión, exacerbación de síntomas de trastornos mentales previos, exposición a violencias, conducta suicida, problemas asociados al consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas.
Bautista destacó que, “entre las acciones realizadas entre 2020 y el primer trimestre de 2021, se ha fortalecido el desarrollo de capacidades a 120 referentes de salud de las direcciones territoriales de salud, en gestión e implementación local de la Política Nacional de Salud Mental y la Política Integral de Prevención y Atención del consumo de sustancias psicoactivas”.
Esto incluye promoción de la convivencia y prevención de violencias, trabajo en salud mental en comunidades étnicas, soporte de cuidado emocional al talento humano en salud, prevención del suicidio, abordaje del estigma y la discriminación, reducción de riesgos y daños en consumo de sustancias psicoactivas, entre otros.
Tabla 1