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Nuevas estrategias para enfrentar la inseguridad en Bogotá trazan el presidente Petro y la alcaldesa Claudia López

-La lucha se enfocará a combatir el multicrimen, el lavado de activos y la corrupción. Petro planteó, además: “hay que eliminar los permisos especiales de armas”

–El presidente Gustavo Petro lideró este miércoles el primer Consejo de Seguridad Humana Integral en Bogotá con la alcaldesa Claudia López, en el cual se definieron nuevas estrategias para combatir la inseguridad en la capital de la República.

El primer mandatario indicó que se deben enfrentar las organizaciones multicrimen en la capital del país, el principal generador de violencia e inseguridad, no solo en la capital, sino en todo el país y para ello dijo que es fundamental la articulación de la inteligencia y de la contrainteligencia para combatir el lavado de activos y el negocio del narcotráfico.

“El narcotráfico no tiene más objetivo con todos sus ejércitos en los territorios de Colombia, de estructuras criminales multicrimen, que hacer dinero y el dinero se hace en el lavado de activos y no lo hace gente uniformada ni tienen fusiles”, advirtió el presidente al termino de la reunión que contó con la presencia del Ministro de Defensa, Iván Velásquez; el Fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa; representantes de la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo; los altos mandos de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional y miembros del Gabinete Distrital, en la cual se analizó la situación de orden púbico en la ciudad capital, alterada gravemente por masacres al parecer ejecutadas por ajustes de cuentas entre bandas del narcotráfico.

“Están en oficinas y puede ser gente muy poderosa”, complementó y advirtió que “para desactivar ese engranaje del gran narcotráfico, que es el lavado de activos, que incluye actividades inmensas de contrabando, tenemos que hacer un énfasis fundamental en la articulación de los cuerpos de inteligencia del Estado; la comunidad de inteligencia, la vamos a llamar así, con un contrapeso fuerte que sea la contrainteligencia”.

Explicó que mediante la articulación de la inteligencia y la contrainteligencia no se afectarán los derechos de la ciudadanía, pero los esfuerzos de las fuerzas del Estado se podrán dirigir a “combatir las grandes operaciones de lavado de activos y la corrupción, porque las grandes operaciones de lavado de activos generalmente se realizan con funcionarios del Estado”.

El presidente recalcó que el fortalecimiento de la actividad de la inteligencia en el país se “hace con números, con software, con análisis de redes, con inteligencia artificial, incluso, se hace con capacidad cerebral más que militar”.

Según el primer mandatario se tienen que articular los organismos de inteligencia del Estado como la Dijín (Dirección de Investigación Criminal e Interpol), la Dipol (Dirección de Inteligencia Policial) y la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), con el objetivo “garantizar la mayor efectividad en las operaciones contra el lavado de activos en Colombia”.

Además planteó que “hay que eliminar los permisos especiales de armas” y frente a la petición formulada por la alcaldesa de un aumento del pie de fuerza de la Policía, Petro precisó:

“Vamos a cumplir con dificultades el objetivo de aumentar el pie de fuerza policial en Bogotá. Se necesita en todo el país, por lo que le he pedido a la Policía que cuide menos al Gobierno y más a la ciudadanía, para liberar personal”.

También afirmó que ha pedido “que se reestructuren las formas organizacionales de la policía para atender el hecho de que en las grandes ciudades hay flujos poblacionales”.

No obstante, en sus declaraciones posteriores al Consejo de Seguridad, el presidente Gustavo Petro destacó que en 30 años la tasa de homicidios en Bogotá pasó de 93 a 11 homicidios por cada 100 mil habitantes, y se aproxima a 10, con lo cual saldrá del listado de ciudades violentas en el planeta.

“Hoy, de acuerdo a los estándares internacionales que se miden por tasa de homicidios por cada 100.000 mil habitantes, Bogotá está a punto de dejar completamente el mundo de las ciudades violentas y pasar al mundo de las ciudades en proceso real de pacificación”, precisó.

El mandatario consideró que es preciso reconocer ese hecho que poco se menciona. “Si yo miro hacia 1993, hace ya casi 30 años, Bogotá era 9 veces más violenta que hoy”, es decir que “era una de las ciudades más violentas del mundo”.

De acuerdo con el Jefe de Estado, la capital pasó en dicho lapso de tener 93 homicidios por cada 100 mil habitantes a aproximarse al indicador de 10 homicidios por cada 100 mil habitantes, lo que la sacaría del listado de metrópolis más violentas en el mundo.

El Mandatario preguntó qué es lo que ha determinado que, en 30 años, la ciudad casi que permanentemente, año tras año, baje su tasa de homicidios de 93 a ya casi 10, es decir, 9 veces menos violenta.

Al respecto, dijo: “No hay sino una explicación, porque aquí no ha habido más policía, aquí no ha habido ejército en las calles sino de vez en vez, no ha habido más cárceles desde ese entonces, casi. Lo que ha existido en Bogotá se llama justicia social, fuertes programas de inclusión social, el más grande, el más sostenido y el de más dinero invertido, la educación”.

En este sentido, el Presidente explicó que, durante 30 años, el Distrito cada vez más ha decidido que la educación pública es una prioridad fundamental y que la inclusión social es un eje fundamental de la paz.

Sostuvo que los indicadores sociales de la ciudad, aun con el episodio de la pandemia por el covid-19, muestran que en estos 30 años han bajado sustancialmente las líneas de pobreza y pobreza multidimensional y han crecido, también sustancialmente, los niveles de justicia social en la sociedad bogotana.

“Eso explica la caída de la violencia, y es un ejemplo para el país, que queremos reproducir, porque sobre eso se cimenta la tesis de la seguridad humana”, afirmó.

“Si logramos más equidad social, más inclusión social de territorios durante siglos abandonados, de capas poblacionales a los que nunca se les miraba, podremos conquistar mejores niveles de paz social, que es lo que queremos alcanzar con el concepto de la paz total”, concluyó el Presidente de la República.