“El dolor físico y el dolor psíquico están íntimamente relacionados; las personas con dolor crónico tienen una alta vulnerabilidad a tener trastornos del estado de ánimo, así como, las personas con trastornos del estado de ánimo reportan con mayor frecuencia síntomas dolorosos”
Dr. José Manuel Santacruz, médico psiquiatra, expresidente y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría.[1]
- Si una persona manifiesta una experiencia dolorosa, ésta debe ser respetada, pues el dolor es una experiencia personal que se ve afectada por factores biológicos, psicológicos y sociales, que puede tener efectos adversos en el bienestar general de quien lo padece.[2]
- Cerca del 20% del dolor crónico es neuropático y con frecuencia se asocia a trastornos del sueño o alteraciones del ánimo. En América Latina, los cuadros frecuentemente asociados con dolor neuropático son: dolor lumbar con componente neuropático (34,2%); neuropatía diabética (30,4%); neuralgia post herpética (8,7%) y dolor neuropático como secuela postquirúrgica (6,1%).[3]
La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés), definió en 2020 que, “el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial”.2
Se debe considerar que, el dolor es la causa más frecuente de consulta médica, por esta razón, es importante entender que hay diferentes tipos de dolor y su clasificación se da de acuerdo con múltiples aspectos, como: duración, patogenia, localización, curso, intensidad, entre otros.[4]
Dentro de los diversos tipos de dolor, es fundamental tener en cuenta que, el dolor agudo, se presenta como respuesta normal, fisiológica y predecible del organismo frente a una agresión química, física o traumática. Por tanto, es aquel que persiste mientras dura el proceso de curación o cicatrización de los tejidos, siendo de corta duración; mientras que el dolor crónico, el cual persiste por más de 3 a 6 meses desde el momento de la agresión del tejido.[5]
Así mismo, es primordial aprender a reconocer el dolor neuropático, que se produce una lesión o enfermedad que afecta el sistema somato-sensorial;3 y se describe como un dolor crónico de gran intensidad, que se asocia a comorbilidad y síntomas en otros niveles, entre los cuales está la alteración del sueño, trastornos psicológicos y la pérdida de la capacidad laboral.[6]
El doctor José Manuel Santacruz, médico psiquiatra, expresidente y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría, expone que, el dolor crónico aumenta con la edad, y está relacionado además con comorbilidades médicas. De igual manera, se ha encontrado que este tipo de dolor se presenta con mayor frecuencia en personas de nivel socio económico bajo, lo que puede ser relevante para la población en países latinoamericanos”.1
Agrega el especialista que, “según estudios realizados en adultos europeos, el dolor de intensidad moderada a grave se produce alrededor del 19% en adultos en esa población”.1
Dolor neuropático como causa de ansiedad, depresión y trastornos del sueño
Según la Revista de la Sociedad Española del dolor, el dolor neuropático figura como uno de los problemas crónicos de salud más común y destacado, estimando que podría ser responsable hasta el 25% de las causas de consulta en las clínicas del dolor.[7]
Para el expresidente y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP), aunque el insomnio generalmente es un síntoma relacionado a depresión y/o ansiedad, también puede ser un signo de alarma frente al dolor neuropático, por tal motivo, es muy importante hacer una evaluación detallada del paciente con dolor, pues todos estos síntomas se pueden presentar en conjunto.1
“Los pacientes con dolor neuropático persistente sufren discapacidad en mayor o menor medida para realizar su trabajo con normalidad, padecen limitaciones considerables de su actividad habitual, y su funcionamiento social se ve limitado. En estas circunstancias, se habla con frecuencia de la llamada triada del dolor, que involucra: dolor, trastornos de la esfera emocional, como ansiedad y depresión; y alteraciones del sueño con mayor o menor intensidad. Se comprende fácilmente, que el dolor neuropático constituye un inconveniente importante para la salud, no sólo para el propio paciente y sus familiares, sino que también se convierte en un problema de salud pública, por el impacto que supone en el consumo y utilización de recursos sanitarios, y por el impacto que ocasiona en la productividad laboral de los individuos con esta patología que todavía son activos”, así lo señala en uno de sus artículos la Revista de la Sociedad Española del dolor.6
Es primordial realizar un abordaje integral para lograr mejorar la calidad de vida en este tipo de pacientes, por este motivo, el especialista en psiquiatría recomienda hacer una evaluación detallada y organizada por un equipo multidisciplinario, en donde es fundamental la participación activa del profesional en salud mental, ya sea psicólogos o psiquiatras, que hagan una valoración permanente en este campo de la salud.1
De igual manera, es importante mantener hábitos que contribuyan a una salud integral (física y mental) como realizar ejercicio y tener una dieta equilibrada, que permitan tener una buena salud cardiovascular, esto podría reducir la prevalencia de las enfermedades crónicas y si aparecen estén mejor controladas, lo que se ve reflejado en tasas más bajas de dolor. En el caso de las personas que ya padecen dolor, mantener estos hábitos beneficiará las terapias de manejo y los resultados del control del dolor.1
[1]Entrevista doctor José Manuel Santacruz, médico psiquiatra, expresidente y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Psiquiatría. Disponible 1 de agosto de 2022.
[2]Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Nueva definición de dolor según la IASP. Disponible en: https://www.dolor.com/es-es/para-sus-pacientes/tipos-de-dolor/nueva-definicion-dolor Acceso 3 de agosto de 2022.
[3]Revista Médica Clínica Las Condes. Dolor neuropático. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-dolor-neuropatico-S0716864014700835 Acceso 3 de agosto de 2022.
[4]F. Puebla Díaz. Tipos de dolor y escala terapéutica de la O.M.S. Dolor iatrogénico. Disponible en: https://scielo.isciii.es/pdf/onco/v28n3/06.pdf Acceso 3 de agosto de 2022.
[5]Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Clasificación del dolor. Disponible en: https://www.dolor.com/para-sus-pacientes/tipos-de-dolor/clasificacion-dolor Acceso 3 de agosto de 2022.
[6]Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Causas, síntomas y diagnóstico de la Neuropatía diabética dolorosa. Disponible en: https://www.dolor.com/es-es/para-sus-pacientes/tipos-de-dolor/causas-sintomas-y-diagnostico-de-la-neuropatia-diabetica-dolorosa Acceso 3 de agosto de 2022.
[7]Revista de la Sociedad Española del Dolor. El dolor neuropático como causa de ansiedad, depresión y trastornos del sueño en condiciones de práctica médica habitual: resultados del estudio naturalístico DONEGA. Disponible en: https://scielo.isciii.es/pdf/dolor/v13n2/original2.pdf Acceso3 de agosto de 2022.