Bogotá

Alcaldesa invita a la COP27 a tomar acción frente a la crisis climática

Alcaldesa López invita a la COP27 a tomar acción frente a la crisis climáticaFoto: captura portal Univision
A través de una nota de opinión publicada por la cadena de televisión estadounidense en español, Univision; la alcaldesa mayor de Bogotá hizo un llamado a los líderes mundiales participantes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático – COP27, para que avancen en planes e inversiones para atender adecuadamente los flujos migratorios ocasionadas por las catástrofes meteorológicas asociadas al cambio climático.

“La migración no gestionada ejercerá presión sobre las infraestructuras, la economía y los recursos de las ciudades, y los cambios poblacionales ocasionados probablemente aumentarán la pobreza y ampliarán las desigualdades ya existentes”, destacó la alcaldesa.

En su mensaje, la alcaldesa resalta el trabajo que viene adelantando con el Climate Migration Council (Consejo de Migración Climática) para la adopción de soluciones incluyentes que aborden la movilidad humana relacionada con el clima a nivel local, nacional, regional e internacional.

A continuación, el editorial de la alcaldesa López en español:

Las condiciones meteorológicas extremas han desplazado a millones de personas, ¿se ocuparán nuestros líderes de esto en la COP27?

Todos los países, ciudades y personas se verán afectados por la crisis climática, pero no se verán afectados todos por igual.

Los líderes mundiales están reunidos en Egipto para discutir sobre la urgente lucha contra el cambio climático. El encuentro se produce en un momento en el que el cambio climático -y la falta de medidas adecuadas – están a la vista de todos.

Las inundaciones en Nigeria han ocasionado la muerte de más de 600 personas y han desplazado a más de un millón. Los monzones y las lluvias torrenciales sin precedentes en Pakistán han matado a 1.000 personas, han desplazado a 33 millones y han causado daños avaluados en al menos 40.000 millones de dólares. En Vietnam, más de 11.000 viviendas han quedado sumergidas a lo largo de la costa de Da Nang debido a las inundaciones, con 10 muertos hasta el momento.

El aumento de las temperaturas y las catástrofes climáticas están obligando a migrar a un número récord de personas en todo el mundo. Y si no se hacen esfuerzos serios para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero, 216 millones de personas de seis regiones del mundo podrían verse desplazadas dentro de sus países en 2050 debido a las crisis climáticas, según cálculos del Banco Mundial.

Sin embargo, la migración climática no está en la agenda de la COP27.

Como alcaldesa de Bogotá y primera alcaldesa de una gran ciudad sudamericana en declarar una emergencia climática, he sido testigo de los efectos a corto y largo plazo de las crisis climáticas y conozco de primera mano cómo estos desastres afectan tanto a personas como a comunidades enteras. Y he llegado a comprender que no basta con asumir amplios compromisos climáticos si no se centran en las personas directamente afectadas. Eso es lo que estoy haciendo con el Climate Migration Council (Consejo de Migración Climática), una coalición mundial que busca instar a los gobiernos a desarrollar y adoptar soluciones equitativas e incluyentes para abordar la movilidad humana relacionada con el clima a nivel local, nacional, regional e internacional.

A medida que las comunidades se vuelvan menos habitables debido a las catástrofes climáticas, millones de personas se verán perjudicadas al dejar sus lugares de origen. La migración no gestionada ejercerá presión sobre las infraestructuras, la economía y los recursos de las ciudades, y los cambios poblacionales ocasionados probablemente aumentarán la pobreza y ampliarán las desigualdades ya existentes.

No podemos seguir de brazos cruzados. Los líderes mundiales deben estar a la altura de este momento y crear soluciones equitativas sobre la migración provocada por el clima.

Todos los países, ciudades y personas se verán afectados por la crisis climática, pero ésta no afectará a todos por igual. Los países del sur de Asia, el África subsahariana tropical y partes de América Central y del Sur son los más afectados por los desastres climáticos repentinos, que afectan de forma desproporcionada a las personas negras, la población indígena y otras comunidades, especialmente a las mujeres. De hecho, las Naciones Unidas estiman que las mujeres constituyen el 80% de los migrantes climáticos.

Según Elizabeth Ferris, investigadora del Estudio de la Migración Internacional de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown y miembro del Climate Migration Council; y Reva Dhingra, becaria postdoctoral del Instituto Brookings, “la COP27 es una oportunidad no sólo para reconocer que la migración climática está aquí para quedarse, sino también para poner a disposición recursos para apoyar a los gobiernos. Los países más ricos del mundo han sido los principales impulsores del cambio climático, pero los países en vías de desarrollo y los países costeros y de baja altitud, en particular, son los que más sufren sus efectos”.

Los líderes mundiales en la COP pueden y deben aumentar las inversiones en estrategias de adaptación local y en la financiación adecuada dirigida a las comunidades más afectadas por las crisis climáticas y la migración relacionada. Además, deben abordar las vulnerabilidades de las personas afectadas por desastres repentinos y de evolución lenta, asociándose con todos los niveles de gobierno para garantizar que los gobiernos tengan acceso a una asistencia humanitaria que satisfaga las necesidades esenciales de los migrantes con pleno respeto a sus derechos, estén donde estén. Por último, los líderes mundiales deben ampliar y diversificar la disponibilidad de vías para una migración segura, ordenada y regular.

La COP27 es la oportunidad perfecta para que los líderes mundiales tomen medidas sobre la migración ocasionada por el clima y trabajen para encontrar soluciones audaces para que, cuando ocurra un desastre, los migrantes tengan oportunidades seguras y humanas de reconstruir sus vidas y las ciudades puedan acoger de forma segura y responsable al creciente número de personas afectadas por la crisis climática. Si no damos prioridad a la migración por motivos climáticos, se pondrán en peligro las vidas de los millones de personas que ya se están desplazando.