Según la Organización Mundial de la Salud la actividad física es cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija un gasto de energía. Las cifras que revela la OMS son preocupantes: a nivel mundial, uno de cada cuatro adultos no tiene un nivel suficiente de actividad física y más del 80% de la población adolescente tampoco lo tiene.
Está demostrado que la actividad física, además de tener grandes beneficios fisiológicos, contribuye a mejorar la salud mental. Esto se debe a que al hacer ejercicio nuestro cuerpo produce endorfinas que mejoran nuestro bienestar emocional. Los estímulos placenteros que recibe nuestro cerebro nos generan grandes beneficios como la disminución del estrés y la ansiedad hasta la estabilización de nuestro estado de ánimo.
Es por esto que la Universitat Carlemany presenta 6 ideas para que las personas puedan fomentar su actividad física y que, de esta manera, se pueda continuar en el camino del autocuidado, que, con el tiempo, se ha vuelto un pilar fundamental para la autoestima de las personas.
Realizar tablas de ejercicios indicadas por un especialista: para ello solo se necesita ropa cómoda y un espacio libre con una esterilla. Además de, claro está, una tabla adecuada a las necesidades de cada uno.
Suscribirse a clases online de algún deporte: las conexiones de alta velocidad y los programas de videoconferencia permiten acceder de forma sencilla y desde cualquier parte a clases de determinadas actividades y deportes, como el yoga o el aeróbic.
Bailar al ritmo de la música: el baile es un ejercicio físico completo, atractivo, entretenido y relajante. Además, permite ejercitar gran parte del cuerpo. Se puede practicar tanto en un salón de baile, de fiesta con los amigos o sin salir de casa mientras se escucha música.
Subir y bajar escaleras: esto es un clásico, implica subir y bajar por las escaleras cada vez que se tenga que entrar y salir de casa, y no utilizar el ascensor salvo que sea estrictamente necesario. Por ejemplo, cuando vuelve a casa después de hacer una compra. Con este sencillo gesto, que todos hemos escuchado como consejo alguna vez, ya se está haciendo un poco de actividad física.
Comprar una bicicleta o bicicleta estática: pedalear un poco a diario es un buen ejercicio físico. Además, si se hace en casa, se puede realizar otra actividad mientras se ejercita, como ver la televisión o escuchar música.
Realizar estiramientos y dar paseos por la vivienda: muchas personas en casa tienen una actitud sedentaria que hay que abandonar. Si teletrabaja, levántese cada dos o tres horas y haga estiramientos o simplemente ande durante 10 minutos para activar el cuerpo.
Como bien sabemos, la salud es el pilar más importante para el bienestar de las personas. Mantener una adecuada actividad física será de vital importancia para crear un equilibrio, pues las dos cosas tienen que ser trabajadas en conjunto para mantener el balance necesario y lograr una estabilidad. Así mismo, es importante resaltar que el autocuidado debe ser constante para que con el tiempo logre volverse un hábito.
Finalmente, desde la Universitat Carlemany entienden que la actividad física, repercute e impacta de manera positiva en la salud mental, es por ello, que su Bachelor Online de Psicología tiene entre sus objetivos principales mejorar la calidad de vida de las personas.