-El pronunciamiento lo hizo en momentos en que crece la alerta por virus de Marburgo en África.
–Los Gobiernos deben invertir en vacunas para todas las cepas del virus de la gripe que existen en el reino animal como póliza de seguro en caso de un brote en humanos, afirmó este lunes el científico jefe entrante de la Organización Mundial de la Salud, OMS, Jeremy Farrar.
Países como Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Japón han sufrido pérdidas récord de aves de corral por brotes de gripe aviar desde el año pasado.
La reciente propagación a los mamíferos del virus H5N1 -conocido comúnmente como gripe aviar- debe vigilarse, pero el riesgo para los humanos sigue siendo bajo, según declaró la OMS a principios de este mes.
Farrar, declaró que le gustaría que la industria farmacéutica realizara al menos algunos ensayos clínicos para todas las cepas de gripe, de modo que el mundo no tuviera que empezar de cero para iniciar la fabricación mundial en caso de necesidad.
“Me preocupa que estemos asistiendo a cámara lenta a algo que puede que nunca ocurra”, añadió en una rueda de prensa. “Pero si ocurriera, echaríamos la vista atrás a lo que estamos haciendo en este momento y diríamos: ¿por qué no hicimos más?”.
Farrar es un científico clínico que recientemente ocupó el cargo de director del Wellcome Trust. Fue nombrado científico jefe de la OMS en diciembre, y se incorporará formalmente a la agencia a finales de este año.
La precisiones las hizo Farrar en momentos en que crece la preocupación por el brote del virus de Marburgo en Guinea Ecuatorial, que constituye la primera alerta epidémica relacionada con este trastorno altamente infeccioso en el continente africano desde junio del año pasado, cuando Ghana notificó al menos 3 casos en su territorio.
¿Qué es el virus de Marburgo?
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), el virus de Marburgo, que es un microrganismo de la misma familia que el ébola (filovirus), puede ocasionar fiebres hemorrágicas graves en personas y primates no humanos, como monos y gorilas.
En 1967, se registraron los primeros brotes en laboratorios ubicados en las ciudades alemanas de Marburgo y Fráncfort, así como en uno localizado en la ciudad serbia de Belgrado. Alrededor de 31 personas resultaron infectadas por el microorganismo infeccioso, entre los que se encontraban los trabajadores de los laboratorios y varios miembros del personal médico que los cuidaba.
El virus de Marburgo se mantuvo inactivo hasta que en 1975 apareció en un viajero zimbabuense que se encontraba en Sudáfrica, resultando infectados su acompañante y una enfermera que lo atendió. Desde aquel momento, se han producido de manera esporádica brotes de Marburgo en algunos países africanos, incluyendo dos grandes epidemias en la República Democrática del Congo (de 1998 a 2000) y Angola (2005).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que alrededor del 50 % de las personas afectadas por la enfermedad de Marburgo pueden llegar a morir. Asimismo, precisó que la tasa de mortalidad en brotes anteriores osciló entre el 24 % y el 88 %. Eso dependía, en gran medida, de la cepa del virus y del manejo de la enfermedad.
Las personas que contraen el virus del Marburgo son aquellas que estuvieron expuestas de manera prolongada a murciélagos africanos frugívoros (‘Rousettus aegyptiacus’), que generalmente se hallan en cuevas y minas. La transmisión entre humanos es a través del contacto directo con fluidos corporales de individuos infectados o con superficies contaminadas.
El médico de la compañía Northwell Health Harish Moorjani señaló que el riesgo de que el virus se propague en naciones fuera de África, como EE.UU. y Reino Unido, es extremadamente bajo. Sin embargo, el constante flujo de viajeros podría extenderlo a otros rincones del mundo. La profesora de la Universidad de Nueva Gales del Sur Raina MacIntyre mencionó que la falta de pruebas para detectar la fiebre hemorrágica viral en países que no están familiarizados con la enfermedad puede resultar mortal.
MacIntyre recalcó que se tiene más información sobre el virus del ébola que sobre el de Marburgo, por lo que se deben tomar medidas precautorias sobre su propagación, ya que no existen vacunas ni tratamientos aprobados para este filovirus. (Información RT).