ONU alerta sobre el riesgo de extinción de algunos pueblos indígenas en Colombia
La coordinadora residente de Naciones Unidas en Colombia, Mireia Villar, alertó este viernes del riesgo de extinción que corren algunas “comunidades y pueblos indígenas” del país, víctimas de la violencia del conflicto armado y de los desastres naturales.
“El desplazamiento del que están siendo sujetos, el impacto en sus medios de vida, el uso del territorio para fines contrarios a su cosmovisión significa que estamos perdiendo lenguas, personas y aproximaciones a la espiritualidad”, lamentó Villar en el lanzamiento de la “Estrategia para impulsar la gestión humanitaria en pueblos indígenas”.
Este documento, elaborado por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), busca visibilizar la situación humanitaria que enfrentan los pueblos indígenas de Colombia, al tiempo que propone un plan de acción para responder a sus necesidades más apremiantes, partiendo del diálogo con las autoridades indígenas.
De los casi 2 millones de indígenas que viven en Colombia según las cifras oficiales, repartidos en 115 pueblos que las organizaciones indígenas aseguran que alcanzan los 3 millones de indígenas, alrededor de 90.000 personas fueron víctimas del conflicto en 2022 y 10.000 de los desastres naturales, según cifras de la OCHA.
En este sentido, la estrategia desvela que actualmente 22 pueblos viven en riesgo de extinción y 62 bajo condiciones de amenaza. Además, indica que los pueblos indígenas representan el 41 % de las personas afectadas por emergencias humanitarias como los desplazamientos y los confinamientos.
LLAMADO AL “CESE DE HOSTILIDADES”
Entre las principales problemáticas que enfrentan los indígenas, el documento apuntó a la violencia en los territorios en la medida en que, según el Registro Unificado de Víctimas, para abril de 2022 se contabilizaron 249.699 víctimas.
Es por esto que el secretario general de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Gerardo Jumi, hizo un llamado al Gobierno colombiano y a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), actualmente en vías de negociación de paz, a que deben llegar al “cese de hostilidades” de manera unilateral “para proteger a la población civil”.
Para hacer frente a estas agresiones, amenazas, confinamientos, desplazamientos, reclutamientos y asesinatos, OCHA propuso actualizar los planes de protección comunitaria, así como el fortalecimiento de las guardias indígenas.
SALUD Y SEGURIDAD ALIMENTARIA
El índice de inseguridad alimentaria en el hogar fue otra de las problemáticas señaladas ya que la desnutrición y otras enfermedades asociadas a ella constituyen la principal causa de mortalidad entre los menores de 5 años.
La Defensoría del Pueblo informó el pasado mes de enero que en 2022 murieron 308 niños dentro de esta franja etaria, lo que supone un aumento en 111 casos con respecto al año anterior.
Al lanzamiento de la estrategia de OCHA asistieron los abuelos Fidencio Valencia, del pueblo uitoto, y la abuela Blanca Nieves, de los muiscas, quienes reivindicaron la importancia de su medicina, dado que “hay cosas que el médico no puede sanar”.
En consecuencia, una de las propuestas de la estrategia gira en torno a la promoción de los “sistemas propios de salud” y al establecimiento de “mecanismos de seguimiento y fortalecimiento de la atención en salud en contextos de emergencia que permitan unos mínimos de adecuaciones para la atención”.
“Desde la comunidad humanitaria hemos querido abrirnos para aprender, entender y buscar los caminos con las comunidades sobre cómo podemos hacer esta labor que nos tiene tan comprometidos y a la vez tan preocupados”, aseguró Villar. EFE