Presidenta de Corte Constitucional pide a los jueces y juezas: «Creámosle a las niñas y mujeres cuando dicen haber sido violentadas y abusadas»
–En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este miércoles, la presidenta de la Corte Constitucional, magistrada Diana Fajardo Rivera hizo un particular llamado a sus colegas de la rama Judicial: «creámosle a las niñas y mujeres cuando dicen haber sido violentadas y abusadas».
Además les dijo a jueces y a juezas que se debe «lograr que los procesos judiciales no perpetúen la violencia en contra de las mujeres y no las revictimicen en cada una de sus etapas».
En el acto, cumplido en la sala plena de la alta corporación, la magistrada exhortó a que «reflexionemos, exploremos en lo más profundo de nuestro ser, para despojarnos de los estereotipos que nos llevan a desconfiar injustamente de los relatos de violencia de las niñas y las mujeres».
«Hagamos todo lo posible para que sus casos se investiguen de forma exhaustiva pero ágil, pongamos a su disposición todas las herramientas para que se devele la verdad y se castigue a los responsables, de manera que las garantías de reparación y no repetición del daño a las que tienen pleno derecho dejen de ser solo un anhelo», señaló y agregó:
«Comprometámonos cuando hemos fracasado en la protección y cuidado de las mujeres, en no fallar también en el acompañamiento que requieren para transitar el duro trecho hacia la justicia».
Para ello, subrayó, debemos lograr que los procesos judiciales no perpetúen la violencia en contra de las mujeres y no las revictimicen en cada una de sus etapas.
La presidenta de la corte, Diana Fajardo Rivera declaró, además, «aprovechando que nos encontramos aquí reunidos representantes de distintos órganos del Estado, me gustaría actuar como portavoz de las mujeres del país, aguerridas y trabajadoras, cuidadoras y empáticas, rurales y urbanas, indígenas, afro, lideresas, defensoras, maestras, en situación de pobreza, de migración, y tantas más, para invitar a cada servidora y servidor público a ayudar a labrar el terreno que permita a las niñas y mujeres habitar esta tierra, crecer en ella y, dar los frutos justos de su sentir y de su actuar».
Además, hizo las siguientes precisiones:
Las mujeres llevamos muchos siglos sumando esfuerzos para ser genuinamente reconocidas, y preparándonos como semillas de vida y transformación social con el propósito de construir un futuro del que nadie quede excluido.
Para lograrlo, necesitamos de un campo fértil que nos permita florecer, en otras palabras, estudiar, hacer lo que dicte nuestra vocación y, desarrollar todo nuestro potencial sin exclusión, acoso o violencia.
Necesitamos tener la posibilidad real de acceder a un trabajo acorde a nuestro proyecto de vida, con una retribución económica igualitaria y con la debida protección en seguridad social.
También, contar con la oportunidad de emprender un camino libre de prejuicios y obstáculos hacia las posiciones de dirección y toma de decisiones.
Es fundamental un acceso a la salud igualitario y de calidad, sin importar la edad, etnia, raza, nacionalidad y situación económica, así como el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos para asegurar la realización de nuestros proyectos de vida.
El espacio político también debe ser un ámbito seguro en el que podamos plantear ideas y actuar sin exponer nuestra vida, integridad y autonomía.
Las calles, las veredas, los ríos, los caminos, deben dejar de ser los sitios donde nuestros cuerpos son castigados por la violencia del conflicto armado e incluso de aquel que todo lo quiere conquistar y explotar para su goce y beneficio.
Y principalmente, con urgencia, nuestros hogares y entornos familiares deben dejar de ser lugares privilegiados para el acoso, el sufrimiento y la muerte para transformarse en espacios de vida.
Me gustaría entonces, que en este día de conmemoración a la lucha por la igualdad y por la vida, cada uno de los aquí presentes suscribamos un compromiso.
Como servidoras y servidores públicos, como personas en puestos de poder y decisión, como representantes de entidades del Estado, comprometamos a hacer todo lo que está en nuestras manos con la finalidad de propiciar y generar las condiciones que las mujeres requieren para poder Ser y no simplemente limitarse a existir.
Comprometámonos a hacer de nuestro país, un país digno de ser habitado por sus mujeres.
Uno inicial para rendir homenaje a las mujeres que han librado batallas por el reconocimiento de nuestras libertades y derechos civiles, políticos, sociales, culturales, sexuales y reproductivos, en fin, que incluso con sus vidas, nos abrieron el camino para visibilizar el derecho de las mujeres a vivir libres de discriminación y de violencia. Un segundo momento, para expresar el significado del reconocimiento a las mujeres destacadas de la Corte Constitucional que nos convoca en este espacio.
Luego, para conmemorar este día, leyó un poema escrito por Viviana López, funcionaria de la Corte, «quien, con una lucidez envidiable, reivindica nuestro papel como mujeres en la cotidianidad de la vida y en lo profundo de las batallas que aún tenemos pendientes».
Perdóname, hermana
Por no gritar más fuerte que te mataron,
Que nos están matando
Por dejar que el miedo me impida decir que nos acosan y nos violan.
Perdóname,
Por no tomarme las calles para que podamos caminar tranquilas.
Perdóname,
Por olvidar que lo personal es político y dejar que mi casa siga siendo machista.
Perdóname,
Porque aún a veces critico tu cuerpo y cuestiono tus acciones,
Por compararme contigo,
Por olvidar que no eres mi competencia.
Perdóname
Por no decirte que eres fuerte e inteligente antes que bella.
Gracias, hermana
Por salir a las calles, por gritar, por escribir,
Por liberarte de las miles de cadenas misóginas,
Por apropiarte de tu cuerpo sin miedo.
Gracias,
Por caminar conmigo en la calle oscura,
Por cuidarme y levantarme.
Gracias,
Por recordarme que soy fuerte,
Que no estoy sola,
Que vamos todas juntas.
Gracias Viviana por tus palabras, por recordarnos que vamos todas juntas, que construimos nuestra igualdad en el día a día y que la discriminación está latente, a veces de forma más acentuada, por el color de piel, por el nivel educativo, por el trabajo que desempeñamos o por levantar nuestra voz ante la injusticia. Gracias a los presentes por entender que el compromiso por la igualdad está vigente y que conmemorar un día como hoy tiene sentido por y para las mujeres.