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    Mancuso reitera intervención directa del paramilitarismo en elecciones del 2002 y apoyos a Horacio Serpa, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe

    Ariel Cabrera Posted on

    –El excabecilla paramilitar Salvatore Mancuso aseguró este lunes, en el tercer día de la Audiencia Única de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, que en el 2002 las autodefensas intervinieron de manera directa en elecciones al Congreso y, sostuvo, que también hubo apoyo a las elecciones de Horacio Serpa Uribe, Andrés Pastrana Arango y de Álvaro Uribe Vélez.

    Igualmente reiteró que “hubo pactos con diferentes políticos: Eleonora, Miguel Alfonso, Mario Salomón, Zulema, Juan Manuel López Cabrales, Julio Manzur, todos en el departamento (de Córdoba) que necesitaban hacer algún tipo de pacto con las autodefensas”.

    Sin embargo, luego de hacer referencia a la influencia paramilitar en las elecciones de la época “no solo a nivel regional sino también nacional”, se abstuvo de profundizar en el tema, y solicitó “que estos temas podamos hablarlos en audiencia privada”, hecho que provocó protestas entre las víctimas presentes en la diligencia.

    En este tercer día de la diligencia judicial, Mancuso volvió a mencionar la desaparición de cuerpos tanto en hornos como en inhumaciones en Venezuela. El excomandante paramilitar agregó que “estas desapariciones se dieron en todas las regiones de autodefensas. Se convirtió en un patrón. Había que desaparecer los cuerpos”

    Sobre varias masacres paramilitares cometidas en Tibú, Norte de Santander, en 1999, Mancuso señaló que allí hubo coordinación con la fuerza pública: “en todas estas acciones hubo coordinación tanto con Policía como Ejército. Los pobladores pueden dar fe que convivíamos”

    “Los generales con los que se hicieron coordinaciones militares fueron: Fernando Roa Cuervo, el general Bravo Silva, Martín Orlando Carreño Sandoval, el coronel Víctor Hugo Matamoros, el mayor Mauricio Llorente”, dijo Mancuso en la Audiencia Única de Verdad.

    “Estuvo el capitán Pastrana y el cabo Barreto, que participaron directamente mezclados, Infantería de Marina con autodefensas en la que se conoce como la masacre de Cataca. También estuvo el Sargento Martínez, de infantería de Marina”, agregó Mancuso.

    Sobre la masacre de Pavarandó, en el Urabá chocoano, en 1998, Mancuso afirmó que “esto se hizo con la Brigada 17 con el comandante de la brigada para ese momento, ya no estaba Rito Alejo, no recuerdo con exactitud. Pero sí hubo coordinaciones y se trabajó conjuntamente”.

    Con respecto a las acciones conjuntas con fuerza pública, Mancuso dijo que “eran acciones que hacían parte de un plan de lucha contra la guerrilla en ese momento. (…) Hicimos operaciones grandes entre Ejército y autodefensas, como mil hombres de un lado y mil del otro”

    El magistrado Díaz preguntó si estas acciones tenían un correlato con algún plan oficial o si eran desligados. Mancuso reiteró: “había un plan coordinado. Es imposible mover mil hombres en una zona si no hay un plan coordinado con la fuerza pública”

    Sobre el encubrimiento de estas acciones, a través de Justicia Penal Militar, Mancuso reafirmó que conoció “varios casos en la Brigada 11, con el mismo mayor Frattini en una época. Recuerdo que había un mayor de apellido Espinosa, era abogado y coordinaba esos temas con Frattini”.

    “Lo que yo escuché es que había una solidaridad de cuerpo (en Justicia Penal Militar). Intentaban desvirtuar cualquier tipo de prueba porque a nosotros se nos pedía que actuáramos para que esas pruebas, que podían implicarlos, no salieran a la luz pública”, agregó Mancuso.

    Sobre la coordinación para el tráfico de armas, Mancuso precisó que “los fusiles que se trajeron fueron por compra directa a una fábrica Arsenal, que nunca se ha investigado. Allí participaron el capitán Rojas y Humberto Ágredo”.

    Mancuso añadió que Ágredo hacía la coordinación con la fuerza pública. “Aprovechando esa importación (por expomilitar) esos fusiles se le regalaron a la fuerza pública, el capitán Jorge Rojas usó ese permiso para comprar armamento que ingresó por Buenaventura desde Bulgaria”

    Sobre las armas que entraron por el puerto de Urabá, Mancuso detalló que “esta operación de compra de fusiles la hizo Pacho Cifuentes a través de Centroamérica. Cargó el armamento de México en balones plásticos de fútbol y en ellos se camuflaron. Todo coordinado por Raúl Hasbún”

    Mancuso volvió a mencionar la desaparición de cuerpos tanto en hornos como en inhumaciones en Venezuela. El excomandante paramilitar agregó que “estas desapariciones se dieron en todas las regiones de autodefensas. Se convirtió en un patrón. Había que desaparecer los cuerpos”.

    Luego, Mancuso abordó el tema de la parapolítica, que detallamos al principio de ésta nota.

    Sobre otros hechos, Mancuso refirió que “de las contrataciones en Córdoba se permitía el cobro del 20 %. Se pactaba con las alcaldías: el 10 % era para el alcalde y el 10 % para las autodefensas”.

    Respecto a la injerencia en contratación pública, Mancuso dijo: “había control con los alcaldes donde estaban las regalías del oro, que presentaban producción de oro que no eran de sus municipios. Lo hacían a través de narcotraficantes que traían dinero lavado de Panamá.
    Frente a la cooptación de las instituciones de salud, Mancuso mencionó que su cuñado “Manuel Troncoso fue secretario de Salud de la Gobernación (de Córdoba). Ese fue un pacto en contiendas electorales (…) Fueron múltiples los nombramientos que se dieron”.

    “En esas reuniones Jorge Visbal Martelo solicitaba la presencia de autodefensas. En Montes de María en un momento me dijo: ‘Oye tengo la finca ahí y por allá no están llegando los muchachos tuyos’. Inmediatamente di la orden para extender el área operaciones”, dijo Mancuso.

    Con respecto a acuerdos con Ecopetrol, Mancuso agregó que “nos entregaban información del itinerario de bombeo y tipo de combustible. (…) Hubo operaciones en los Montes de María con extracción de combustible acompañados de miembros de la fuerza pública”

    Mancuso agregó que Ecopetrol se beneficiaba porque los paramilitares “empezábamos a hacer presencia en las zonas donde la guerrilla dinamitaba los oleoductos, disminuyendo estas acciones”.

    También habló sobre el manejo de dinero en los bancos nacionales, pero advirtió que “ fue poco”, porque “se escondía en lo que comúnmente se conoce como caletas”.

    Ariel Cabrera
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