Judicial Nacional

Mancuso relata nexos con el DAS y afirma que Gustavo Petro y Alvaro Leyva fueron objetivo militar; Piedad Córdoba iba a ser asesinada en cautiverio

–En el cuarto y último día de la Audiencia Única de Verdad, de manera virtual desde la cárcel de Georgia, EE.UU, el excabecilla paramilitar Salvatore Mancuso, de manera virtual desde Estados Unidos, relató que el hoy presidente Gustavo Petro y su canciller Álvaro Leyva Durán, como todos dirigentes de izquierda, estuvieron en la mira de las autodefensa para ser asesinados.

El listado de estos “objetivos militares” era elaborada por el entonces director del desaparecido DAS, Miguel Narvaez. Según dijo Mancuso, este organismo de seguridad e inteligencia, con el cual se mantuvieron estrechos nexos, fue clave en las operaciones de las autodefensas.

Mancuso afirmó que entre otros de los objetivos señalados por Narváez, “insistió en Alirio Uribe, insistió muchísimo en Piedad Córdoba, que liberarla de su secuestro había sido un error, que había que asesinarla. También al secretario general del Partido Comunista, Jaime Caicedo”.

Salvatore Mancuso comenzó su intervención este marte advirtiendo que los aportes que ha hecho durante cada jornada de la diligencia judicial, a pesar de ser conocidos previamente, involucran nombres de varias personas sobre las que las autoridades no tenían conocimiento.

La diligencia, presidida por la magistrada Heydi Baldosea, presidenta de la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas, acompañada del magistrado Pedro Díaz, de la Sala de Definición, y la magistrada María del Pilar Valencia, en movilidad en esta misma sala, abordó la cuarta práctica criminal del paramilitarismo en Córdoba, la cooptación y el control de entidades públicas que les permitía a los paramilitares no solo acceder a información privilegiada del DAS, sino perseguir a sus contradictores.

“El DAS fue una institución con la que tuvimos colaboradores desde los años 1988, 1989, que estuvo Emilio Vence Zabaleta”, dijo Mancuso.

Mancuso relató que en el DAS “informaban con anticipación cuando se iban a hacer operaciones contra comandantes de las autodefensas de frentes urbanos. Les informaban y en ese momento se escondían”.

“José Miguel Narváez pasaba un listado a las autodefensas donde consideraba al Comité de Presos Políticos como un ‘comité de la guerrilla’, también a la Comisión Colombiana de Juristas de Gustavo Gallón y al Colectivo de abogados José Alvear Restrepo”, precisó Mancuso.

Sobre los listados y carpetas con información del DAS, Mancuso añadió que “Gustavo Gallón fue uno de los objetivos que dejó Narváez para ejecutar esa acción. Luego, siendo director de inteligencia, insistió, pero no se procedió (como contó el tercer día)”.

“La relación tenía que ver con suministro de información. Aquellas personas que se consideraban objetivo militar, se compartían listas para ejecuciones que se hacían de manera extrajudicial. Eran asesinatos cometidos en un principio por Los Tangueros”, señaló Mancuso

Y agregó: “Fidel Castaño tenía un capitán, que está vivo, Humberto Victoria. Era el enlace entre Fidel Castaño con Ejército, DAS y Policía. De hecho, en Montería tenían unos urbanos, Los Tangueros, y Victoria estuvo al mando de estos hombres hasta el año 1997”.

“Con el DAS se hicieron interceptaciones ilegales. Entregamos números telefónicos que se necesitaba escuchar y ellos cumplían con esta labor. Transportaron hombres nuestros no solo en Córdoba sino en diferentes departamentos como Norte de Santander”, dijo Mancuso.

Sobre el relacionamiento con el DAS en Norte de Santander, Mancuso señaló que “en el DAS de esta región, el señor Jorge Enrique Díaz fue una pieza importantísima para nosotros allá. Hacía seguimientos, pedía interceptaciones, entregaba listados, participaba en operaciones.

“Hubo hechos como el de Pauselino Camargo, en Cúcuta, que se ejecutó en el año 2000 y se coordinó directamente con el DAS. El seguimiento y la inteligencia para la operación contra Pauselino Camargo se hizo con el DAS”, afirmó Mancuso sobre el asesinato del exalcalde de Cúcuta.

Mancuso relató cómo este agente del DAS (Morales Campos), luego de hacer las tareas de seguimiento, decía “el momento más apropiado, la hora indicada y allí (iban) las personas que enviamos nosotros a ejecutar el asesinato de la persona”.

Sobre si hubo un relacionamiento a nivel nacional con el DAS y con grupos urbanos como Los Tangueros, Mancuso reafirmó que “sí, se daba en ese momento. Fidel Castaño tenía dentro de sus hombres algunos miembros que eran parte activa del DAS, que le ayudaban”.

“Incluso Carlos Castaño coordinaba directamente con los directores nacionales del DAS. Tenía una relación directa con ellos. De hecho, cuando se desplazaba, aun teniendo órdenes de captura, lo hacía acompañado de miembros del DAS y de la Policía”, dijo Mancuso ante la JEP.

Mancuso precisó que “quien hacía todas estas coordinaciones con el DAS y la fuerza pública es el señor Humberto Victoria, quien podría ser en algún momento útil y valioso para estas informaciones”.

Mancuso señaló que estos vínculos llegaron hasta el director nacional del DAS: “a Jorge Noguera me lo presenta ‘Jorge 40’ en una finca que se llama ‘Cero Seis’, en Santa Fe de Ralito. Ahí conozco yo a Jorge Noguera”.

Sobre su rol de bisagra entre los paramilitares con el DAS, Mancuso dijo: “yo me relacioné con Emilio Vence, con el coronel Rafael Orozco, que fue director del DAS, con Rómulo Betancourt y conjuntamente con Policía, el coronel Raúl Suárez, y en el Ejército con Sanabria y Barrero”.

“En la medida que fui avanzando, en cada uno de los departamentos por donde iba pasando, así como iba teniendo relacionamiento con comandantes de Ejército y de Policía, lo hacía de la misma manera con los directores del DAS”, Mancuso en la Audiencia Única de Aporte a la Verdad.

“Cuando ese relacionamiento empezó a escalar quien manejaba esas relaciones directas con los directores nacionales del DAS era Carlos Castaño. Posteriormente, con la relación con José Miguel Narváez, me permitió una relación más directa con el DAS”, dijo Mancuso.

Sobre la destrucción o manipulación de antecedentes, Mancuso relató: “yo recuerdo un comandante (paramilitar) que se fue de viaje por Europa en algún momento y, dentro de los informes de policía judicial que entregaba el DAS, le quitaban todo para que pudiese salir”.

Con relación a la influencia paramilitar para mover o trasladar funcionarios del DAS, Mancuso dijo: “A Rómulo Betancourt, cuando sale de Montería, se solicita al director del DAS que lo trasladen a Bolívar y lo envían a Cartagena, por darle un ejemplo”.

“El director del DAS nos llevó en muchas ocasiones a personalidades como Rito Alejo del Río que fue a reunirse con el comandante ‘Camilo’, Armando Pérez Betancourt. Fue acompañado de Pedro Juan Moreno antes de las elecciones presidenciales de Uribe en 2002”, agregó Mancuso.

“En esa reunión no solo pidieron y organizaron el apoyo en las elecciones al presidente Uribe, sino que nos entregaron la ubicación de Rodrigo Granda, el canciller de las Farc, y de Raúl Reyes, que estaban en Caracas, para que actuáramos contra ellos”, señaló Mancuso

En relación al asesinato del presidente de la USO Aury Sará Marrugo, en 2001, Mancuso afirmó que “el trabajo se hizo conjunto. Participaron tanto inteligencia de Policía como del DAS. Quienes lo capturan y se lo entregan a ‘Juancho Dique’, ya fuera de la ciudad, fueron policías”.

“Todos los comandantes (paramilitares) tenían expresas órdenes de tener relacionamiento con el DAS. Entre ellos Jorge Iván Laverde y, ahí en Córdoba, Lino Ramón Arias Paternina. Todos siguieron esta orden al pie de la letra”, afirmó Mancuso.

“Recuerdo que el director del DAS le pidió a alias ‘Gato’, Enrique Rojas, que para el día de la visita del expresidente Uribe le pusiera un artefacto explosivo en las instalaciones del DAS para que dijera que los estaban atacando”, dijo Mancuso.

Mancuso agregó: “‘Pacho’, uno de los integrantes de las AUC que estaba bajo el mando de ‘Gato’, tiró una granada al DAS y se contraron como 12 bombas (que se mostraron) como un positivo al director del DAS. Esas bombas habían sido halladas en una operación conjunta de las AUC”.

Sobre las prácticas de encubrimiento con apoyo de funcionarios del DAS, Mancuso precisó que estas alteraciones de antecedentes “se coordinaban con los directores del DAS. Mis antecedentes, a pesar de todas las investigaciones, nunca tuvieron repercusión”.

“En mi caso en particular, en algún momento llegó una solicitud por el secuestro de la hermana del comandante del ELN, Gabino. (…) Cuando esto llega al DAS le dan un manejo totalmente diferente para que yo no resultara implicado en estos hechos”, añadió Mancuso.

En relación con solicitudes puntuales que hicieron paramilitares a funcionarios del DAS, Mancuso relató que “Carlos Castaño y Danilo González pidieron que se hicieran interceptaciones contra el narco ‘Chepe’ Santacruz. Ese fue un hecho por solicitud directa de Carlos Castaño”.

Sobre otros asesinatos selectivos -contra estudiantes- producto de información del DAS, Mancuso precisó que no tiene conocimiento en detalle de algunos de estos hechos puesto, que delegó el relacionamiento con el DAS a otros comandantes paramilitares.

Respecto del asesinato de personas que aparecían en listados de DAS, Mancuso confirmó que “en el control territorial y social que ejercíamos (…) se asesinaron personas que no tenían nada que ver con la subversión, personas humildes que las acusaban y nosotros lo dábamos por cierto”.

Mancuso también confirmó la estigmatización y el asesinato de personas con identidad de género diversa: “aquellas personas que alguien de la sociedad señalaba, esas informaciones llegaron a la autodefensa y se ejecutaron homicidios solo por estigmatizar a una persona”.

“A los consumidores o vendedores de estupefacientes, a los que hurtaban, a los que denunciaban a miembros de las autodefensas, a los que se negaban a cumplir órdenes de las autodefensas. Aquí puede haber un patrón de control social que llevó a estos crímenes”, agregó Mancuso.

También habló de la estigmatización de estudiantes universitarios, y relató que “por el señalamiento, por el hecho de pensar diferente (…), eran etiquetados y señalados como miembros de la subversión (…). De allí se dio una persecución por parte nuestra”.

“Tuvimos estudiantes infiltrados en la U. de Córdoba. Uno de ellos, César Bedoya, era un líder estudiantil que ejercía una doble militancia. Él nos entregaba información sobre personas que identificaba como objetivo militar por tener preferencias por la izquierda”, dijo Mancuso.

“De la Universidad Francisco de Paula Santander (actuamos) contra Gerson Gallardo Niño, contra Edwin Ariel López Granados, contra un muchacho Carlos Suescún. Ahí se hizo con coordinación del DAS”, añadió Mancuso en su relato ante la magistratura de la JEP.

Dijo que también hubo acciones de este tipo en la Universidad de Antioquia y la Universidad Nacional en Bogotá. “Hubo señalamientos tanto de profesores como de estudiantes, no recuerdo los nombres pero se ejecutaron estas acciones”, dijo el exjefe paramilitar.

Con relación a casos concretos de relacionamiento del DAS con bandas como ‘La Terraza’, Mancuso precisó que “hubo objetivos que tuvieron que ver con investigadores de derechos humanos como Elsa Alvarado y Mario Calderón. No conozco los pormenores porque los manejó Castaño”.