–Pañales, tenis, un accesorio de celular, una tapa de tetero y una toalla, son los nuevos indicios hallados por las brigadas de búsqueda y rescate, que tratan de ubicar a los cuatro niños indígenas desaparecidos desde el pasado 1 de mayo, tras el accidente de la avioneta en que se movilizaban en la selva del Guviare. .
Lo primero que se encontró fue un par de tenis, que por su talla, pertenecerían al menor de cuatro años. También un pañal pequeño usado y una toalla de color verde.Estos elementos fueron encontrados a unos 560 metros del sitio del occidente del Cessna 206, por una mujer Nukak, quien avanzaba con otro grupo de indígenas y comandos de las Fuerzas Especiales.
Posteriormente fue localizado otro pañal, una tapa rosada de un biberón y un marco nego de un celular. Estos estaban a 428 metros de distancia al noroccidente del punto del accidente.
Las Fuerzas Militares indicaron que, por el estado de estos elementos, los menores habrían estado allí entre el 3 y 8 de mayo aproximadamente, lo que permite deducir que existe la posibilidad de que los cuatro niños hayan salido con vida del accidente y posiblemente no sufrieron heridas abiertas porque no se encontraron rastros de sangre.
Con estos nuevos hallazgos, dos tanques de planeamiento de operaciones especiales realizan los análisis respectivos para determinar cuál habría sido la trayectoria que al parecer tomaron los cuatro niños.
Estas nuevas pistas, que se suman a las huellas ubicadas el pasado 18 de mayo, confirman que los esfuerzos se están realizando van en la dirección correcta y por esa razón se han redoblado las labores de las células combinadas de búsqueda.
Las operaciones de búsqueda avanzan a marchas forzadas con la intervención de más de 350 colombianos, tanto de instituciones del Estado, como de población civil y comunidades indígenas y campesinas.
El comandante de las fuerzas especiales del Ejército Nacional, general Pedro Sánchez afirmó que se mantiene “la fe intacta”, y advirtió que las operaciones continuarán hasta encontrar a los niños.
Destacó que hasta ahora sus hombres han caminado más de 600 kilómetros, una distancia similar a la qu hay entre Bogotá y Popayán, en el Cauca.
“Si algo tenemos claro nosotros como operaciones especiales, es que si nos asignan una misión, es para cumplirla, por difícil o imposible que parezca. No sé cuándo terminará esta operación, cuando los encontremos, o cuando la lógica de nuestras tácticas, técnicas y procedimientos indiquen lo contrario”, puntualizó el oficial.