El papa Francisco tuvo un día de descanso el jueves, dijo el Vaticano en un comunicado, donde añadió que su recuperación postoperatoria estaba progresando con regularidad después de someterse a una cirugía abdominal el día anterior.

El pasado 29 de marzo, el Papa Francisco fue internado en el Hospital Gemelli por problemas cardiacos, según informó el Vaticano; además permaneció ahí por varios días tras una infección pulmonar.

En aquel momento, el director de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, refirió que “el Santo Padre se encuentra en Gemelli desde esta tarde para controles previamente programados”. Horas más tarde, el vocero confirmaría que los análisis arrojaron una “infección respiratoria (excluido el COVID-19)”, lo cual requeriría un tratamiento hospitalario.

Más de dos meses después, el Vaticano refirió que el pontífice de 86 años de edad se sometió a una cirugía intestinal y permaneció completamente sedado, lo que lo obligará a permanecer en cama por varios días. Esto ocurre dos años después de que al prelado le extirparan 33 centímetros de colon por una inflamación y debido a que su intestino grueso sufrió estrechamiento.

El 1 de abril, cuando lo dieron de alta con la ayuda de antibióticos intravenosos, Francisco bromeó con sus fieles asegurando que “todavía estaba vivo”.

Antes de someterse al procedimiento, este 7 de junio, Francisco celebró su habitual audiencia general en la Plaza de San Pedro; e, incluso recorrió la zona a bordo del “Papamóvil” y saludó a miles de fieles que se congregaron en el área. “Antes ya había sostenido dos reuniones”, refirió la Santa Sede.

Debido a su condición de la tercera edad, el religioso también sufre de dolores por ciática y, en los últimos años, se le ha visto utilizar una silla de ruedas y una andadera debido a la distensión de los ligamentos de la rodilla.

A pesar de su complicado estado de salud, la visita del Papa a Portugal, entre el 2 y 6 de agosto, sigue en pie. Se prevé que Francisco arribe a dicha nación con motivo del Día Mundial de la Juventud.