Procuradora califica de “aterradores” los abortos, desapariciones forzadas y asesinatos de recién nacidos por parte de las Farc
La Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello Blanco, hizo un llamado a la Justicia Especial para la Paz (JEP), de quien sabe son conciertes de la problemática, para que se investigue, lo más pronto posible, un crimen atroz que se ha identificado dentro la labor preventiva que realiza el organismo de control, como son “los asesinatos y desapariciones forzadas de neonatos en medio del conflicto armado“.
“Como la primera mujer Procuradora, como madre y abuela, no puedo quedarme callada ante los asesinatos y desapariciones forzadas de neonatos realizados por las Farc y el Eln. Es un nuevo patrón criminal que se está estudiando en el Macrocaso # 7 del Acuerdo de Paz“, agregó.
La jefe del Ministerio Público insistió en que los “hallazgos que han informado las víctimas son aterradores“, y resaltó que estas prácticas “no fueron conductas aisladas o accidentales, porque los hechos ocurrieron en todo el territorio nacional y en todos los bloques en el marco del reclutamiento y la utilización de niños en el conflicto“.
La Procuradora fue enfática en solicitarle a la JEP que se analice este patrón criminal de asesinato de neonatos y de desaparición forzada de recién nacidos realizados por las Farc, y aseguró que se recibieron testimonios de 27 mujeres excombatienes que fueron reclutadas cuando eran menores de edad.
“A estas mujeres les practicaron abortos a la fuerza, y en avanzado estado de embarazo. Algunos de los bebés fueron extraídos vivos de sus útero; posteriormente, asesinados y sus cuerpos desaparecidos“.
Violencia contra las mujeres
La Procuradora recalcó en la necesidad de abrir el macrocaso # 11, exclusivamente orientado para que la JEP haga un estudio de la cantidad de denuncias e informes sobre la violencia contra las mujeres víctimas del conflicto armado en Colombia.
Finalmente, manifestó su preocupación por los temas que tienen que ver con la violencia física, psicológica, patrimonial y sexual que se materializa dentro de la familia y que conllevan a practicas de feminicidio.