–(Imagen ilustrativa). La Fiscalía General de la Nación compulsó copias al Tribunal de Ética Médica, para que sea investigada la profesional médica del Instituto de Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses que adelantó el protocolo de necropsia inicial por la muerte de Jairo Jesús Silva Rivera en las celdas de la Segunda Brigada del Ejército Nacional de Barranquilla y bajo la custodia de los agentes del CTI de Nivel Central de la Fiscalía.

Los hechos que dieron origen a la investigación se iniciaron el 4 de diciembre de 2020 cuando fue capturado por miembros del CTI en Cartagena Silva Rivera, por los delitos de concierto para delinquir, enriquecimiento ilícito, fraude aduanero, falsedad material en documento público, acceso abusivo a sistema informático y contrabando agravado. Lo anterior en cumplimiento de una orden de captura solicitada por la Fiscalía el 20 de noviembre de 2020.

Durante la realización de las audiencias de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento, Silva Rivera fue conducido a la Segunda Brigada del Ejército Nacional, ubicada en la ciudad de Barranquilla. El investigado recibió valoración médica de su EPS.

El 15 de diciembre de 2020, se presentó la muerte de Silva Rivera, de 65 años, en el lugar en donde estaba recluido.

Por estos hechos se adelantó una investigación penal en la cual se realizó una inspección al lugar de los hechos y al cadáver. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal de Barranquilla en donde se hizo el protocolo de necropsia y la profesional que atendió la diligencia concluyó que la muerte de Silva Rivera había sido violenta.

De acuerdo con estos resultados, los familiares de Silva Rivera solicitaron a la Fiscalía General de la Nación esclarecer los hechos en los que se presentó la muerte violenta, para lo cual la entidad destacó un equipo de trabajo conformado por médicos forenses, funcionarios de policía judicial y un fiscal especializado del Nivel Central, que adelantaron diversas actividades investigativas, entre las cuales se destaca: un estudio microscópico o histopatológico del cuerpo; una reconstrucción de la escena de los hechos utilizando equipos de alta tecnología, realizado por el CTI; y la revisión técnica, protocolo de necropsia, fotos y el contexto de la escena adelantada por Medicina Legal.

El resultado de estas diligencias investigativas permitió establecer, sin lugar a ninguna duda, que no se trató de una muerte violenta, y que, por el contrario, corresponde a causas naturales, debido a que, para el momento de los hechos, Silva Rivera tenía diabetes mellitus tipo 2, cirrosis hepática, trombosis mesentérica y un infarto agudo de miocardio.

Por lo anterior, la Fiscalía consideó que había merito suficiente para solicitar la compulsa de copias para que sea investigada la profesional médica del Instituto de Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses que adelantó el protocolo de necropsia inicial por la muerte de Silva Rivera, y en el cual determinó, sin haber analizado integralmente los resultados y las evidencias técnicas de laboratorio, que la muerte fue producto de una acción violenta.