Las víctimas del Club El Nogal fueron acreditadas este miércoles en el Caso 10 de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) de Colombia 20 años después del atentado que sacudió Bogotá y dejó 36 personas muertas y más de 200 heridas en febrero de 2003, en un ataque para el que “no ha habido justicia ni reparación”.
Un pequeño altar en conmemoración a los muertos y heridos del atentado preside desde este miércoles, y durante unas semanas, la entrada del edificio de la JEP.
“Llegar acá es un escalón más que estamos subiendo, pero nos ha tocado ser muy creativos para escalar y poder llegar acá a pesar de las calumnias, el ‘bullying’ y las amenazas, y hoy estamos muy contentos de poder estar acá en la JEP”, indicó Bertha Fríes, portavoz de las víctimas del atentado al club El Nogal, delante de los nombres de todos los muertos y heridos en el ataque.
Fríes lamentó que en estas dos décadas “no ha habido justicia ni reparación”, por lo que esperan que la JEP les “dé la verdad, porque sin verdad no puede haber unidad ni reconciliación”.
“También es fundamental que nos reparen (…) esperamos que haya una reparación que nos sirva y que sirva de lección para el país, que trascienda; y que las sanciones manden un mensaje y sean formativos. Tenemos muchas expectativas”, contó la portavoz.
Por qué pusieron la bomba y a quién estaba dirigida son dos de las preguntas que las víctimas esperan resolver en este proceso que hoy arranca en la JEP.
Por su parte, el presidente de la JEP, el magistrado Roberto Vidal, celebró que está inclusión de las víctimas en la jurisdicción especial abre “una nueva posibilidad de obtener algún tipo de restauración” tras 20 años de dolor y desconocimiento.
“Lo que estamos presenciando hoy yo lo llamaría un acto de confianza, que depositan las víctimas y los familiares en la JEP como mecanismo de construcción de la paz en el país a través de la administración de justicia que puede contribuir a sanar las profundas heridas que estos hechos han dejado en ustedes”, indicó el magistrado.
“La esperanza hay momentos en la que la gente la pierde (…), pero esta llamada generó esperanza”, concluyó Fríes.
Atentado contra el Club El Nogal
El pasado 25 de agosto la JEP calificó como crímenes de guerra y violaciones al Derecho Internacional Humanitario (DIH) las conductas de dos exintegrantes de las extintas FARC durante el atentado al Club El Nogal de Bogotá de 2033, y por tanto no son amnistiables.
De esta forma, se abrió una ruta para que las víctimas de este ataque participaran en el trámite del Caso 10, “Crímenes no amnistiables cometidos por las extintas Farc-EP en el marco del conflicto armado colombiano”.
El 7 de febrero de 2003 un carro bomba estalló en el Club El Nogal, en el norte de Bogotá, y mató a 36 personas e hirió a más de 200, un atentado que aún hoy tiene heridas abiertas y muchas preguntas sin resolver por parte de las FARC, las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el Estado.
Este fue uno de los mayores ataques urbanos cometidos por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que desde su desmovilización en 2016 ha pedido perdón por lo ocurrido en varias ocasiones y está aportando verdad sobre este caso ante la JEP.
Rodrigo Londoño, último comandante de las FARC y presidente del partido Comunes, surgido de la desmovilización de la guerrilla, aseguró el año pasado que el atentado contra el Club El Nogal nunca debió haber ocurrido. EFE