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Reforma a la Salud: Los acuerdos y desacuerdos de la subcomisión accidental sobre el texto que debatirá el Congreso

–La Cámara de Representantes se apresta a retomar hoy la discusión de la Reforma a la Salud, con base en el informe que presentó la víspera la comisión accidental designada para concertar el texto.

El documento de 129 páginas señala que la comisión logró acuerdo en distintos artículos del documento, mientras que se mantuvieron algunos desacuerdos en temas como el modelo de salud, gestoras y la Administradora de Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud, ADRES.

Además, advierte que no se hicieron modificaciones de fondo al articulado original presentado por el Gobierno Nacional.

“Los acuerdos se manifestarán en proposiciones que esta Comisión le sugiere acoger a la Plenaria de la Cámara de Representantes, algunas de estas radicadas por los congresistas previamente a la conformación de la Comisión y otras elaboradas durante su deliberación”, reseña el informe.

El presidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, destacó que “luego de 14 días de discusión, de los 93 artículos 81 fueron concertados, se encontraron puntos de acuerdo y eso nos permite avanzar en la discusión. Aquí no vamos a correr, discutiremos el tiempo que se requiera, avanzaremos buscando consenso”, indicó.

Sobre la discusión, el presidente Calle añadió que durante la semana de receso, prevista para la segunda semana de octubre, se adelantarán sesiones en el Congreso. “Tenemos que trabajar, es lo que espera el país de nosotros”, precisó.

ACUERDOS Y DESACUERDOS

La Subcomisión estableció que el informe, radicado por los representantes Julia Miranda, Daniel Carvalho y Jenifer Pedrazadías, establece que se escuchó a distintos actores y se concretaron las propuestas “que no tienen otra intención que construir una reforma que mejore notablemente nuestro sistema y mejore en lo que consideramos la ponencia para Segundo Debate”.

Agrega que pese al ánimo de conciliación y, reconociendo la necesidad de adelantar reformas sociales, no se logró conciliar todas las propuestas con los ponentes.

“Aquello que se ha acogido y en lo que coincidimos: Es importante aclarar que de nuestras proposiciones sólo fueron acogidas parcialmente y no en su integralidad”, precisan los integrantes de la subcomisión.

LOS ACUERDOS

De acuerdo con el informe, estos son los puntos sobre los cuales se logró un acuerdo:

– Coincidimos en la necesidad de eliminar la intermediación financiera en cabeza de las EPS y prohibir la integración vertical en segundo y tercer nivel. Reconocemos que estos beneficios y delegación de funciones han generado incentivos perjudiciales y perversos para el sistema: la gravedad de que esta intermediación hoy sea la responsable de que a las IPS se les deba 16 billones de pesos; así como de la precarización del Talento Humano en Salud.

– Por lo anterior propusimos que la gestión integral en salud estuviera en cabeza de las Gestoras, mientras la gestión del riesgo financiero la encabezara la institucionalidad del Estado.

– Hicimos propuestas para dignificar las condiciones del Talento Humano en Salud. Por eso, logramos precisar no las facultades extraordinarias al Presidente para establecer un régimen especial para el talento humano, con mínimos establecidos por ley para la expedición de dicho régimen.

– Propusimos que en el proceso de pagos de deudas de las hoy EPS tenga prelación el pago del talento humano en salud, lo cual fue acogido por la Subcomisión. Este criterio rige igualmente en el saneamiento financiero de las Instituciones Prestadoras de Salud públicas por parte del Ministerio de Hacienda.

– Reconocimos la importancia de implementar, después de varios años, un sistema de información unificado para el sector salud. Por eso, propusimos la interoperabilidad de los sistemas de información actuales, con el fin de salvaguardar la inversión e información de los sistemas actuales. Igualmente valoramos necesario se estimen tiempos, capacidades y presupuesto para garantizar la interoperabilidad; teniendo en cuenta que a través de este sistema se implementará la historia clínica única y que tendrá múltiples usuarios finales.

– En el marco de la discusión sobre la naturaleza y funciones de las Entidades Gestoras de Salud y Vida, logramos establecer precisiones sobre competencias asociadas al sistema de referencia y contrarreferencia, especificando que su gestión estará en cabeza de las gestoras, con supervisión de las Direcciones Territoriales.

– Logramos salvaguardar el principio de libre elección a la hora de hacer la adscripción al CAPS. Ahora, los usuarios podrán elegir, con preferencia a la cercanía a su lugar de residencia o trabajo.

Aquello que no fue acogido:

– Nuestra propuesta buscaba que las gestoras mantuvieran aquellas funciones relacionadas a la gestión integral del riesgo en salud (afiliación, gestión del usuario a través del sistema, conformación de las redes, entre otras). No obstante, en esta propuesta, la gestión del riesgo en salud queda atomizada a varios actores, como ADRES, Gestoras de Salud y Vida, Entidades Territoriales y CAPS. Consideramos que esto es preocupante, en tanto la información y agencia del usuario se diluye; adicionalmente no especifica responsables claros que mantengan la continuidad de la prestación del servicio..

– Propusimos ajustar las tareas de los nuevos Centros de Atención Primaria en Salud, con el fin de concentrar sus tareas en fortalecer la atención en nivel primaria, articular programas de prevención y apoyar la caracterización de la población en el territorio, en coordinación con las Gestoras de Salud y Vida. Coincidimos en la necesidad de fortalecer el primer nivel de atención, no solo intramural, también con equipos territoriales que puedan fortalecer programas de prevención, atención y salud pública. No obstante, que estos centros asuman tareas administrativas y de gestión del riesgo como la adscripción poblacional o la remisión de los pacientes a la mediana y alta complejidad hace que estos necesiten adquirir capacidades administrativas que hoy no necesariamente tienen, máxime que una gran cantidad de ellos hoy no se encuentran construídos.

– Resaltamos la poca claridad sobre la conformación y contratación de las Redes Integrales e Integradas de Servicios de Salud. Según el proyecto, quedan claras tareas en la habilitación y autorización, así como en la coordinación. No obstante, no es claro quién es el actor específico que suscribe los acuerdos de voluntades y no fue una pregunta clarificada tampoco de parte del Viceministerio.

– Insistimos en la necesidad de establecer, amparados en el modelo de aseguramiento, modelos diferenciales de atención para las zonas urbanas y rurales, entendiendo que el sistema actual tuvo serias dificultades para asegurar la prestación del servicio en las zonas rurales y dispersas.

– Reconocemos la necesidad de implementar subsidio a la oferta en aquellas regiones donde la demanda es insuficiente e igual se requiere la garantía del derecho fundamental. No obstante, en zonas urbanas, con alta concentración de prestadores, el primer nivel de atención podría financiarse con recursos de la Unidad de Pago por Capitación, salvaguardando los valiosos recursos con los que se financia el sistema.

– Consideramos, en línea con gremios médicos, que el Consejo Nacional en Salud debe ser una instancia vinculante en la definición de la Unidad de Pago por Capitación. De igual forma, consideramos que debe ampliarse su composición, para incluir representantes de las Entidades Gestoras de Salud y Vida.

– No hay claridad sobre el régimen de transición y los costos reales y concretos que implicaría la reforma. La construcción y puesta en marcha de los sistemas de información y los costos asociados y el tiempo necesario para ampliar la capacidad de la ADRES para asumir las nuevas funciones no son claras.

LOS DESACUERDOS

Aquello con lo que no estamos de acuerdo de la ponencia de Segundo Debate:

– No estamos de acuerdo sobre la proposición modificatoria al artículo 97, debido a que se elimina la participación de la academia en las ternas del Comité Técnico-Científico sobre tecnologías en salud.

– No estamos de acuerdo sobre el Artículo 81 “Desarrollo del Sistema Público Unificado e Interoperable de Información en Salud”, debido a que no tiene en cuenta en el desarrollo del Sistema de Información al Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC ni se adapta al avance en la implementación del Plan Nacional de Conectividad. Además, debe especificarse los costos del Sistema: Hoy se estima que anualmente serían 70 mil millones de pesos, los cuales consideramos insuficientes, pues aunque hoy haya varios sistemas que serán parte del nuevo sistema; el SPUIIS es más que la suma de sus partes.

– El Artículo 53 no tiene ningún sustento técnico al proponer un pago de entre el 5% y el 8% de la UPC para las gestoras cuando la Reforma elimina varias de las funciones que han justificado en el pasado cifras cercanas a estos datos por costos administrativos o de operación. Esto debería ser fruto de un estudio técnico a manos del Ministerio de Salud.

Tampoco se acogió nuestra proposición de que haya también un marco de desincentivos, es decir que, por ejemplo si las Gestoras no cumplen con sus funciones se les reduzca hasta en un 1,5% el valor que se les reconoce de la UPC.

– En el Artículo 31 no fue acogida la propuesta de que los conceptos del Consejo Nacional de Salud, especialmente en lo referente al valor de la UPC, fueran vinculantes.

Esto es fundamental porque el CNS representa la pluralidad del sector médico y su criterio podría blindar al país de ires y venires orientados por visiones muy disímiles en el Ministerio de Salud, independientemente del Gobierno. Operaría como una especie de ancla que garantice una voz profesional.

– En el artículo 70, si partimos de eliminar la gestión del riesgo financiero en manos de las Gestoras o EPS y se aprueba el giro directo y el manejo de los recursos en ADRES, auditar únicamente el 20% de la facturación, como propone este artículo, podría implicar un incentivo a la corrupción de parte de prestadores y no existe justificación técnica alguna. Esto merece una evaluación con el fin de no asfixiar a las IPS por falta de giro fruto de la excesiva revisión (como hoy ocurre) pero tampoco crear incentivos perversos que puedan inflar excesivamente el gasto en salud sin que esto implique efectivamente mejoras en la garantía de la prestación del derecho.

– En el artículo 4, se habla de modelo, pero en realidad debería hablarse de modelos de salud; teniendo en cuenta los enfoques diferenciales que establece la reforma.

– En el artículo 14, no nos recogemos en el acuerdo: La organización y conformación de las RIISS debería estar a cargo de las Gestoras de Salud y Vida, con la supervisión del Ministerio de Salud, para aprovechar las capacidades administrativas instaladas con las que cuentan estas entidades.

– Nuestro disenso es claro con el artículo 31: Consideramos que el Consejo Nacional de Salud debe ser plenamente vinculante para la definición del valor de la Unidad de Pago por Capitación y que su composición debe de ampliarse para incluir otros actores como los CAPS y la Gestoras.

Pese al ánimo de conciliación, y reconociendo que la ciudadanía ha demandado adelantar reformas sociales que mejoren su calidad de vida, no logramos conciliar parte de las propuestas con los ponentes.

Nos preocupa la financiación de la reforma, especialmente para dotar a la ADRES de todas las capacidades técnicas y de personal que requerirá para asumir todas las nuevas funciones que esta reforma plantea: Serán siete regionales en 33 seccionales; de igual forma es claro que el Sistema Único e Interoperable requerirá de amplios recursos para lograr su llegada a todos los municipios del país y esto debe ir de la mano del Plan de Conectividad Nacional. Es fundamental clarificar la contratación y coordinación de las redes, a nuestra consideración debería ser asumida por las Gestoras; siempre con el ánimo de garantizar la continuidad en la prestación del derecho a la salud en todos sus niveles.

No obstante, creemos que la Subcomisión fue un espacio sumamente valioso para que distintas partes pudiesen expresar sus visiones frente a esta reforma. Creemos que las reformas deben seguir abriendo dichos espacios. Seguiremos insistiendo en nuestras propuestas en la plenaria. No nos mueve otro objetivo que construir una Reforma a la salud que mejore notablemente nuestro sistema.

El diálogo debe ser el camino para cambiar a Colombia.