El presidente Gustavo Petro, al igual que otros once presidentes del hemisferio, debutarán este viernes 3 de noviembre en la cumbre inaugural de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, por sus siglas en inglés) que convocó el propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.

El encuentro tendrá lugar en la sede de la Casa Blanca, en Washington. Fue anunciado por el presidente estadounidense durante su discurso en la IX Cumbre de las Américas (Los Ángeles, junio de 2022).

Según la invitación de Biden a los mandatarios invitados, el propósito de ese primer encuentro de la APEP es “reafirmar el compromiso de Estados Unidos de trabajar junto con nuestros socios para profundizar la integración económica en nuestro hemisferio, impulsar un crecimiento económico más inclusivo y sostenible, y abordar los impulsores económicos subyacentes de la migración irregular en nuestro hemisferio”.

Además de Colombia, a la cumbre asistirán los Presidentes, o sus delegados, de Barbados, Canadá, Chile, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay, países con los que Estados Unidos tiene acuerdos comerciales.

Agenda económica

El pasado 3 de octubre, cuando el presidente Petro aceptó la invitación de Biden, dijo que ese encuentro servirá “como una oportunidad para continuar trabajando en el desarrollo económico, sostenible, bajo los principios de justicia social y climática, y lograr que las economías del continente americano sean cada vez más estables, resilientes, sostenibles e integradas”.

Aunque no se conoce la agenda oficial que abordarán los 12 Presidentes –incluido el anfitrión-, la apertura de la APEP es una “nueva oportunidad hemisférica…para fomentar la competitividad regional, la resiliencia, la prosperidad compartida, el desarrollo inclusivo y la inversión sostenible”, según escribió la exministra María Claudia Lacouture, Presidenta Ejecutiva de AmCham Colombia (Cámara de Comercio Colombo-Americana) en su página web.

“Las posibilidades de acción son innumerables, pero para aprovecharlas se requiere actitud constructiva. América Latina tiene mucho de lo que el mundo necesita: materias primas estratégicas, fuentes de energía renovables y trabajadores calificados. Algunos analistas consideran que existe un nuevo optimismo (especialmente en Brasil y México) y en sectores como energía, agronegocios y “nearshoring”, entre otros, que pueden ser buenos referentes”, señala la directiva.

El presidente Petro había dicho durante su participación en la 78° Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el pasado 19 de septiembre, que “se necesitan USD 3 billones de dólares para superar la crisis climática”, escenario en el que ha dicho que “Suramérica podría vender energías limpias”.

Según AmCham, por otra parte, la Inversión Extranjera Directa (IED) de Estados Unidos a Colombia llegó a US$ 2.861 millones entre enero y junio de 2023, con un crecimiento de 15,4% frente a los US$ 2.479 del mismo período de 2022 “beneficiando a 14 sectores de la economía, y las cerca de 650 empresas de ese país instaladas o con operación en el país generan cerca de 110 mil empleos formales directos”.

Quiere decir que, en materia económica, además de los avances que pudieran lograrse con los demás países del hemisferio que acudirán a la APEP, la expectativa se centra en la relación comercial con los Estados Unidos, primer socio comercial de nuestro país.

Y aunque el presidente Petro ha dicho que “Colombia renegocia TLC con Estados Unidos” , AmCham reveló en mayo pasado un estudio en el que muestra los avances exportadores de Colombia gracias al TLC, entre ellos:

• Las empresas exportadoras pasaron de 3.053 en 2012 a 3.772 en 2022 (24% de aumento).
• Colombia pasó de exportar 5.500 productos a 11.497 con el TLC.
• 1.036 productos nuevos han incursionado en el mercado estadounidense.
• 997 productos quedaron libres de arancel en 2022.
• Las transacciones sumaron US$ 9.864,2 millones en 2022, con alza de 68,5%.
• Entre 2012 y 2022 el número de productos colombianos exportados a Estados Unidos pasaron de 275 a 315.
• Las exportaciones no minero-energéticas pasaron del 29% en 2012 a 53% en 2022.