–El presidente Gustavo Petro Urrego notificó este martes a los grupos armados ilegales que «hoy tienen la posibilidad de escoger si el camino es el del cura Camilo Torres (fundador y cabecilla del Eln, que falleció de cáncer en las montañas de Santander el 14 de febrero de 1998) o el de Pablo Escobar» (que fue abatido en Medellín el 2 de diciembre de 1993) y añadió: “La gran pregunta que tienen que hacerse es ¿vale la pena? ¿vale la pena tanta muerte por nada? ¿vale la pena morir por ser sirviente de un narcotraficante?».

Las precisiones las hizo el mandatario durante la ceremonia de conmemoración del aniversario 132 años de la Policía Nacional y el ascenso al grado de subtenientes de 243 alféreces que aprobaron estudios de Administración Policial.

El jefe del Estado se refirió a la violencia en Colombia y estableció que ha cambiado sustancialmente y advirtió que reconocer esos cambios es lo que nos permite ser más acertados.

«A la Policía le corresponde esta tarea» puntualizó. “Hoy nos encontramos ante la tercera fase de la violencia; la base de esta violencia que sigue es la economía ilícita, es su eje», subrayó y destacó un análisis periodístico publicado este martes que muestra que «no es la política ni la ideología» la que impulsa a los grupos armados, sino «es el dinero, es la codicia, es lo ilícito que permite hacer dinero”.

Y aplaudió «a la prensa que la haya asumido; en eso consiste el trabajo periodístico frente al Estado, en que tenga la capacidad de mostrar las cosas que el Estado mismo no ve”.

Agregó que es trabajo periodístico «muy bien hecho que hace un análisis de una serie de materiales que fueron extraídos de la Fiscalía General de la Nación, sobre esa información y documentación se establece un tema que debe ser debatido por toda la sociedad colombiana y que tiene profunda importancia porque de la profundidad de ese análisis se puede construir una política de seguridad eficaz o errada”.

“El Cañón del Micay se volvió un fortín de la economía ilícita con un cuerpo armado defendiéndola. Decidimos una operación contra esa fuerza, conquistamos las posiciones dominantes, retiramos de esas posiciones estratégicas al EMC y vino una negociación política, quizás prematura… pic.twitter.com/ejLPtJimpc

— Presidencia Colombia ?? (@infopresidencia) November 7, 2023

Al respecto, el presidente Gustavo Petro se refirió a la irrupción en el narcotráfico de mafias multinacionales, “un monstruo nuevo, muchísimo más poderoso que el que nosotros como colombianos enfrentamos», pero advirtió que esto «le da al país una oportunidad para “bajar los niveles de muerte y de construir una era de paz».

“El aspecto positivo de ese cambio para Colombia es que el país tiene la oportunidad de salir de la producción, distribución y comercialización en el mercado de la cocaína. Es decir que tenemos la oportunidad de bajar los niveles de muerte y de construir una era de paz», manifestó.

“Ya no hablamos de una mafia colombiana. Hablamos de mafias multinacionales integradas por estadounidenses, neerlandeses, brasileños, uruguayos, serbios, exyugoslavos, africanos, mafias chinas, etcétera», enfatizó el mandatario, citando un informe de una alianza de medios especializada en crimen organizado global y corrupción, el cual hace una radiografía sobre las tendencias actuales del negocio del narcotráfico.

Esas mafias multinacionales, agregó, son “un monstruo nuevo, muchísimo más poderoso que el que los colombianos enfrentamos. Un monstruo nuevo sobre la humanidad, no solamente sobre Colombia. ¿Qué tiene de positivo eso? Que, quizás, nos da una oportunidad a la sociedad colombiana de por fin salirnos de esa cadena».

El presidente Petro indicó que ese mercado del tráfico de drogas seguirá actuando y solo podrá extinguirse “con otro tipo de política mundial», lo cual lo llevó a “convocar a los gobiernos chino, estadounidense y mexicano para hablar de este tema. “Es una oportunidad para el diálogo, no para bajar la cabeza como antes hacíamos, como pecadores de algo en lo cual no teníamos pecado».

Manifestó que “hay condiciones objetivas, no ilusorias, sino reales, que nos permitirían sustituir economías ilícitas, por economías lícitas», brindando posibilidades para transformar los territorios en Colombia.

Dijo que para conseguir esa transformación de la sociedad colombiana, “uno de los principios en la estrategia de seguridad en esta nueva fase de las economías ilícitas es la lucha contra la corrupción».

Advirtió que “hoy, quienes luchan en los campos de Colombia, luchan por dinero y eso trae un especial y complejo problema, quienes pueden combatirlo, también, pueden luchar por dinero».

Indicó que “la corrupción no nos permitiría llevar este país a la paz. Por lo tanto, debe ser destruida, depurar las instituciones, sacar de ellas a los corruptos y lograr que quienes las dirijan sean personas decentes, independientemente de cómo piensen en la política, en su ideología o filosofía».

Si se logra “que la decencia pueda manejar el Estado, resulta ser un arma muy poderosa para destruir la violencia en el país, para construir la paz. Así lograremos un éxito que nunca se ha obtenido: transformar el territorio de economía ilícita en un Estado social de derecho», puntualizó.