Hoy en día, la educación superior en Colombia enfrenta grandes desafíos y pese a que han pasado más de tres años desde la pandemia, los retos siguen presentes y seguirán impactando el sector educativo el próximo año. Aspectos como el aprendizaje mediado por la tecnología, la flexibilización, la personalización y las nuevas expectativas en el mercado laboral han hecho que las Instituciones de Educación Superior evalúen sus procesos educativos constantemente.
En ese sentido, expertos de la Universidad de América mencionan algunos de los retos y desafíos más importantes que tendrán que enfrentar las instituciones de educación superior en Colombia en el 2024:
Financiación: se requieren costos razonables y fuentes de financiación que se adecuen a las necesidades de los jóvenes y las familias colombianas, lo que implica reconocer el contexto en el que se encuentran, entendiendo que los costos de vida y nivel de ingresos son diferentes en cada región del país, por lo que buscar la manera en que se pueda ayudar al estudiante a acceder a la educación superior sin que ello implique endeudarse por el resto de su vida, es fundamental.
Deserción estudiantil: para el año 2022, la matrícula total en educación superior fue de 2,466,228 estudiantes, lo que representa un incremento del 0.73% con respecto al 2021 según datos del SNIES; sin embargo, aunque las cifras mejoran en este aspecto, la deserción universitaria en Colombia revela una situación cada vez más preocupante, puesto que 5 de cada 10 estudiantes que ingresan a la universidad, deciden retirarse y no finalizar sus estudios.
Las causas de la deserción estudiantil pueden ser tan variadas y complejas en sí mismas, pero significativas para los individuos y la sociedad. Entre ellas están: el bajo rendimiento en diferentes asignaturas del campo de ciencias básicas, las dificultades académicas, el trabajo, la falta de apoyo económico, social o familiar, entre otros. Factores, que deberán tener en cuenta las universidades y las entidades gubernamentales para mitigar y prevenir sus efectos de forma integral, permitiendo el acceso a la educación a los jóvenes.
Cobertura: aunque Colombia ha hecho grandes avances en esta materia, seguirá siendo un gran desafío para el sector y los actores, y para esto es clave seguir fomentando y garantizando el acceso a la educación para impulsar la asistencia y la permanencia escolar. No solo basta con hacer que la educación llegue a todos los rincones, sino que, también es importante avanzar en una política enfocada en la calidad de los profesores que permita tener mejores profesionales enseñando desde la práctica y la realidad de cada región.
Inclusión: este es un desafío y una necesidad en los actuales sistemas universitarios alrededor del mundo por lo que supone un proceso de construcción colectiva de culturas, prácticas y políticas inclusivas que permitan romper con las barreras de aprendizaje y la creación de políticas integrales que cobijen a todos por igual.
Infraestructura: el retorno a la educación presencial en la postpandemia requiere diferentes acciones en conjunto con las instituciones y el Gobierno Nacional en donde se pueda lograr de manera sostenible invertir en la infraestructura física, académica y tecnológica, que permita ampliar la cobertura, los procesos de calidad en la educación y el capital humano experimentado.
Programas innovadores: se centra en lograr que los programas académicos sean innovadores y sostenibles, que llamen la atención de los estudiantes y se alineen con sus necesidades, sus proyectos de vida y las expectativas de las instituciones frente a un mundo cada vez más global.
A groso modo, el sector de la educación superior en Colombia se enfrentará a muchos retos y desafíos importantes en el 2024. Y en ese sentido, el Estado colombiano, las Universidades y el sistema educativo, de naturaleza mixto, tienen un compromiso con la sociedad y los futuros profesionales de este país.
“Desde la Universidad de América, hemos venido trabajando en cada uno de estos desafíos y el próximo año no será la excepción, siempre buscando democratizar el acceso a la educación y apoyando a que más estudiantes puedan convertirse en profesionales capaces de responder a las necesidades del mundo actual” menciona Mario Posada García-Peña, rector de la Universidad de América.