‘Ancestral’ es el primer fertilizante a base de hoja de coca, elaborado por indígenas, que recibe registro por parte del Gobierno
El reciente llamado del presidente Gustavo Petro en la COP28 de utilizar la hoja de coca en la fabricación de biofertilizantes ya es una realidad.
El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) otorgó el primer registro en Colombia de abono orgánico con composición de la planta tradicional de hoja de coca a comunidades indígenas que lo elaboraron y esperaron centenares de años para ver materializada su idea de negocio.
“Este es un momento de mucha alegría, de mucha trascendencia para todos nosotros. Los pueblos indígenas hemos esperado casi 531 años para tener una fuente de trabajo digna. La industrialización de la coca sin alcaloides es una iniciativa nuestra”, manifestó Victoriano Piñacué, líder indígena del Cauca y representante de las comunidades creadoras del abono orgánico.
El presidente Petro, al referirse al uso ilícito de la hoja de coca, aseguró durante su participación en la COP28 en Dubái que “hay una solución parcial, transformar todos estos cultivos, hoy muy grandes de hoja de coca en Colombia en regiones como esa que ustedes ven ahí —mostrando sobre el mapa el sur del país—, regiones selváticas, en el Pacífico, en el Amazonas, y en otras regiones en biofertilizantes”.
Este registro que cumplió los requisitos técnicos exigidos y la normatividad vigente, el ICA permite el uso de la hoja de coca para mejorar la productividad del sector agrícola y consolida la cadena de valor, así como la transformación de estas plantas para otros usos.
“Reconocemos la hoja de coca como un componente válido para la producción de fertilizantes como insumo agrícola. Con el acopio y recolección de la hoja de coca como materia prima para estos insumos, aportamos a la producción de alimentos y damos un paso para la construcción y transformación de los territorios y la consolidación de la paz total”, aseguró el gerente general del ICA, Juan Fernando Roa Ortiz.
Durante el acto de entrega del primer registro a las comunidades indígenas, la ministra de Agricultura y Desarrollo Rural, Jhenifer Mojica, aseguró que este anuncio es clave porque significa darle a la coca un uso lícito.
“Un uso de la vida, un uso adecuado para nuestras apuestas agropecuarias. Para las comunidades, la coca no es una droga, y esto va a generar alternativas al uso ilícito”, dijo.
“Este hecho marca un hito para la desestigmatización de la hoja de coca, ya que evidencia que se puede utilizar para fines distintos a los ilícitos, lo cual se enmarca en la nueva política nacional antidrogas del gobierno”, destaca en su nota de prensa el ICA.