Foto: OFB
Tras presentarse ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el Coro Hijas e Hijos de la Paz de la Orquesta Filarmónica de Bogotá- OFB, estará con el Buque de Gloria en Bélgica, sede del Consejo y el Parlamento europeos.
El Coro y los tripulantes del Buque, se encontrarán en el puerto de Amberes, llevando el mensaje de paz.
Con 88 tripulantes y 73 alumnos de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla, el buque de la Armada colombiana, zarpó el viernes 1 de marzo para hacer un recorrido por Estados Unidos y Europa.
A finales de mayo, el Coro Hijas e Hijos de la Paz esperará al Buque insignia de Colombia en Amberes, Bélgica, y ofrecerá un saludo a hombres y mujeres de la armada colombiana que acaban de iniciar un periplo de 120 días para mostrarle al mundo otra cara del país.
“Al igual que el Coro Hijas e Hijos de la Paz muestra una cara positiva del acuerdo de paz y que surgió en Bogotá, el Buque Gloria es un símbolo de nación en diferentes destinos”, asegura David García, director de la Filarmónica.
La escogencia de Bélgica como destino del Coro se debe a que en dicho país se encuentran el Consejo y el Parlamento Europeo, entre otras instituciones que han apoyado el acuerdo de paz.
En febrero, y con el mismo mensaje a favor de la paz, el Coro se presentó ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU que estaban presentes en Bogotá.
La unión entre los miembros de la Armada Nacional que viajan en el buque y los hijos e hijas de firmantes de paz que hacen parte del Coro, será posible gracias al trabajo de la Filarmónica, la Embajada de Colombia en Bélgica, la Fundación Ford, y las donaciones del Aeropuerto Internacional El Dorado y el Centro Comercial Gran Estación.
“Además de plantear mensajes en torno a la inversión extranjera y el turismo en Colombia, el Buque –que representa la marca país-llevará el mensaje de Colombia como un país que le apuesta a la construcción de paz. En eso coinciden los miembros de la armada que viajan en el buque y las niñas y niños de este Coro de la Filarmónica de Bogotá”, concluye García.