Por: Diego Calle Pérez.
Tantas palabras usadas y con tantos significados. Tantas palabras del diccionario y se repitan las mismas. Tantas definiciones, solo alcanzan a tener presente las más utilizadas. Sin embargo, algunas tienen un significado más comprensible. Una de esas es: Lástima. Es una verdadera lástima. Otros exclaman, otros buscan ofender, otros buscan herir al otro.
Te responden lástima y no saben si es con tilde. Te gritan lastima, tener el presidente que tenemos. Te dicen lastima, tener el alcalde que tenemos, lastima tener el concejal que tenemos. Lástima los contratos que se dan a dedo. Lastima tener el gobernador que tenemos, Lastima tener el senador que representa lo que no sabe representar. Lástima por el clima, nos ha cambiado tanto. Tantas expresiones que se utilizan y no se sabe si son para herir, para calumniar, para herir las personas y para opinar.
Colombia es una sociedad adolorida por cualquier parte que se le pueda mirar. Cada fracción de tierra tiene su historia que lamentar. Son muchos los desplazamientos, los asesinatos, los huérfanos, las viudas, los desterrados, los desposeídos, algunos se han exiliado para seguir sus vidas en otros países a los que tienen que acoplarse entre el idioma y la idiosincrasia propia de cada lugar que habitan por tiempo temporal y otros tantos siguen de porfiados tratando de recuperar las tierras usurpadas, en muchos casos con escrituras registradas.
Es una lástima el precio de la gasolina en Colombia, lo curioso, no se deberían tener los precios altos en los productos al consumidor, estos son transportados en camiones de diesel. Es una lástima, haberse abandonado por completo la línea férrea, su recuperación y puesta en marcha no se logra sin la intervención del capital privado y allí estará la competencia en un futuro no muy lejano.
Por último, es una lástima en lo que se ha convertido el nombramiento de rector en las universidades públicas en Colombia. Un desfile del rector actual y varios otros con ganas de llegar y no se sabe, si es por lo académico, por las gestiones al interior de los claustros, que a gritos llaman por la investigación o es un favor del gobernador de turno.