Internacional

Más de mil líderes religiosos en Ucrania están capacitados para sanar los traumaspsicológicos y espirituales ocasionados por la guerra

En los últimos dos años, La Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre, ACN, ha
enfocado sus esfuerzos y apoyo a Ucrania, un territorio asediado por la guerra. La organización ha
apoyado 630 proyectos desde el 24 de febrero de 2022, momento en el que inició la invasión rusa,
ocasionando heridas irremediables en millones de personas.
Curando los traumas de la guerra
Sanar las heridas que deja la guerra es una prioridad para la Iglesia Católica. La capacitación a
sacerdotes, religiosos y laicos es indispensable para ayudar y apoyar a la población en aspectos
espirituales y psicológicos.
ACN financió una formación específica en ‘Curación de Traumas’ a 1.021 sacerdotes y religiosos
que viven una intensa presión psicológica en Ucrania, pero que llevan el amor sanador a las
comunidades afectadas por la violencia y el conflicto.
Adicionalmente, la Organización Internacional ha respaldado a 11 centros de apoyo psicológico y
espiritual, incluidos siete “Centros de Esperanza y Vida”, es decir hogares de comunidades
religiosas que reciben a personas afectadas por la guerra, especialmente a niños y jóvenes.
“Ucrania está experimentando su propio Viacrucis. El objetivo de la campaña es proporcionar el
apoyo que tanto se necesita durante el conflicto, incluida la asistencia a seminaristas, sacerdotes y
religiosas, que ayudan con el cuidado de las personas desplazadas y empobrecidas. No olvidemos a
nuestros hermanos durante el período de Cuaresma”, afirmó la presidenta ejecutiva de ACN
Internacional, Regina Lynch.
Llevando el amor sanador de Dios
La Iglesia greco-católica ucraniana (UGCC) se enfrentó a su mayor reto: seguir transmitiendo la
palabra de Dios en medio del conflicto.

“Recibimos información de que en Donetsk nuestros feligreses iban a la iglesia a rezar todos los
domingos, incluso sin el sacerdote, pero la iglesia fue confiscada y cerrada. En las partes ocupadas
de la región de Zaporiyia, las autoridades rusas emitieron un decreto especial que prohíbe la
existencia de la UGCC y confiscaron nuestras propiedades, por lo que la gente está rezando en sus
hogares”, expresó el arzobispo mayor, Sviatoslav Shevchuk.
Siendo resilientes ante esta situación, ACN contribuyó en la compra de 130 “kits litúrgicos” para
que los sacerdotes celebren la Santa Misa en cualquier lugar, incluso en el frente de batalla.
Adicionalmente, se financió la publicación de más de 70.000 libros religiosos, incluyendo 10.000
copias del libro “Biblia: Fragmentos que fortalecen el alma” y 2.000 copias de “Youcat for Kids”.
En este periodo de Cuaresma, organizaciones como ACN son ese puente de caridad que mantiene
viva la fe, la reconciliación y el perdón