Foto: Empresa Metro de Bogotá
El Metro avanza y sigue trayendo grandes noticias para los ciudadanos, que día a día ven como se adelantan actividades en todos los frentes de obra ubicados a lo largo del trazado de la Primera Línea del Metro de Bogotá. En la madrugada del viernes 12 de abril el turno fue para el frente ubicado en la intersección de la avenida Primero de Mayo con carrera 68, en donde se realizó el vaciado de la última dovela que conectó los dos extremos de la estructura del nuevo puente norte.
Esta tarea, que contó con más de 40 personas pertenecientes a subcontratistas, el consorcio Metro Línea 1 (Ml1), la Empresa Metro de Bogotá (EMB) y la Interventoría, se realizó en el punto más frío de la noche capitalina, para garantizar el correcto asentamiento del concreto.
Esta estructura, que entrará en operación el próximo mes, hace parte de una de las megaobras de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB), pues en este punto del suroccidente de la ciudad se construirá otro puente para el tráfico mixto, un tramo del viaducto y la estación número siete del sistema, que se integrará con la troncal de TransMilenio de la 68, el SITP, el tráfico mixto, las bicicletas y los peatones.
Ahora, las actividades en este punto se concentrarán en la construcción de las barreras de seguridad (también conocidas como new jerseys), la conformación de los accesos del puente (entrada y salida) del costado oriental y occidental, la pavimentación, la instalación de la señalización tanto vertical como horizontal, y finalmente, las pruebas de carga, las cuales consisten en conocer el comportamiento estructural del puente para su posterior operación en mayo de este año.
De acuerdo con el consorcio Metro Línea 1, este frente de obra no solo es un hito para la PLMB, sino para la movilidad en la ciudad, puesto que permitirá direccionar el tráfico vehicular existente en dos calzadas sentido oriente-occidente y occidente-oriente de manera independiente sobre cada uno de los puentes y a su vez, su área de influencia coincide con el proyecto de la troncal de Transmilenio de la av. 68, requiriendo una coordinación y armonización de las obras entre los contratistas de los dos proyectos, con el fin de que los empalmes a nivel se efectúen correctamente.
Este nuevo puente tiene una longitud total de 260 metros y para hacerlo fue necesaria la construcción de 20 pilotes pre excavados de 1,5 y 2 metros de diámetro que fueron enterrados a longitudes variables entre los 36 y 60 metros.
Su ejecución se hizo a través del proceso constructivo de dovelas sucesivas y vigas cajón, lo que permitió que el tráfico en este concurrido sector de la ciudad nunca fuera suspendido, dado que la fundida de los tableros de la estructura, entre los apoyos 2 y 5 en dovelas sucesivas, avanzó sosteniéndose del tramo anterior, con lo cual no fue necesario el uso de andamios que interrumpieran la movilidad en la avenida 68. El Metro avanza por una Bogotá que camina segura.