ONU: Hoy se celebra por primera vez el “Día Internacional del Juego”, un lenguaje universal que trasciende fronteras culturales y socioeconómicas
–El Día Internacional del Juego se celebra por primera vez hoy 11 de junio de 2024, el cual, según la Organización de Naciones Unidas, ONU, sirve para destacar la importancia de preservar, promover y dar prioridad a esta actividad para que todas las personas, especialmente los niños, puedan aprovechar sus beneficios y desarrollar todo su potencial.
Según la ONU, se calcula que 160 millones de niños de todo el mundo trabajan en vez de jugar o aprender y solo uno de cada cuatro niños juega regularmente en la calle, en comparación con la generación de sus abuelos, en la que casi tres cuartas partes afirmaban jugar al aire libre varias veces a la semana.
Además, al 41 % de los niños les han pedido que dejen de jugar en la calle sus padres u otros adultos, como sus vecinos.
El 71 % de los niños afirma que el juego es importante porque les hace felices, y el 58% dice que les ayuda a hacer amigos y pasarlo bien con los demás.
Más allá de la mera recreación, el juego es un lenguaje universal que hablan personas de todas las edades y que trasciende fronteras nacionales, culturales y socioeconómicas, precisa la ONU, que añade:
“También estimula la resiliencia, la creatividad y la innovación de los individuos. Para los niños en especial, el juego ayuda a construir relaciones y mejora el control, la superación de traumas y la resolución de problemas. Les ayuda a desarrollar las habilidades cognitivas, físicas, creativas, sociales y emocionales que necesitan para prosperar en un mundo en constante cambio”.
A primera vista puede parecer que el juego solo sirve para divertirse, pero para los bebés y los niños y niñas pequeños es mucho más que eso. Se trata de aprender y desarrollar importantes competencias vitales, —desde la resolución de problemas hasta la expresión de ideas— y de reforzar el vínculo con sus progenitores y cuidadores.
¿Por qué es importante jugar?
Los niños aprenden mejor jugando. El juego proporciona valiosas oportunidades de aprendizaje en todos los ámbitos del desarrollo: intelectual, social, emocional y físico. A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, a desarrollar una amplia gama de habilidades de liderazgo, a desarrollar la resiliencia, a navegar en sus relaciones y afrontar los obstáculos sociales, así como a vencer sus miedos. Cuando los niños juegan, se sienten seguros. Juegan para dar sentido al mundo que les rodea. En términos más generales, el juego proporciona una plataforma para que los niños se expresen y desarrollen su imaginación y creatividad, que son aptitudes fundamentales para el mundo tecnológico e innovador en el que vivimos.
Las interacciones lúdicas contribuyen al bienestar y la salud mental de progenitores, cuidadores y menores. Cuando las crisis humanitarias ponen patas arriba el mundo de un niño, es en el juego donde puede encontrar seguridad y un alivio ante las adversidades, a la vez que puede explorar y procesar sus experiencias con el mundo. Cuando los niños se ven obligados a abandonar sus hogares a causa de la guerra, los conflictos y los desplazamientos, el acceso a relaciones enriquecedoras con sus padres o cuidadores y con sus iguales es un amortiguador fundamental de los efectos de la violencia, la angustia y otras experiencias negativas. El juego reconforta y tranquiliza a niños y niñas.
Para fomentar las interacciones lúdicas entre padres o cuidadores y los niños, los gobiernos y otras partes interesadas deben crear un clima propicio.
La ONU advierte que privar a las personas de la oportunidades para jugar “perjudica directamente el bienestar y el desarrollo del niño” y puntualiza que en los entornos educativos, el aprendizaje basado en el juego ha sido reconocido como un enfoque eficaz para implicar activamente a los alumnos en el proceso de aprendizaje. Permite que el aprendizaje sea más ameno y pertinente, con lo que aumenta la motivación y la retención de la información”.
Indica además, que se considera que el juego tiene efectos positivos en la promoción de la tolerancia, la resiliencia, además de facilitar la inclusión social, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz. Por ello, la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño consagra el juego como derecho fundamental de todos los niños en su artículo 31.
La ONU enfatiza: “El Día Internacional sirve para destacar un momento unificador a escala mundial, nacional y local para destacar la importancia del juego. Es un llamamiento a las políticas, la formación y la financiación para integrar el juego en la educación y los entornos comunitarios en todo el mundo”.