ONU reclama acciones contra la mutilación genital femenina; el llamado le cae a Colombia, el único país de América Latina que registra esta práctica
–La ONU pidió este viernes medidas globales para reforzar la lucha contra la mutilación genital femenina transfronteriza y transnacional, que se ve minada por el hecho de que muchas familias llevan a sus hijas a otros países para realizarles este procedimiento.
En América Latina, Colombia es el único país en donde se presenta esta práctica de la mutilación genital femenina o ablación, que no solo es un método nocivo con graves afectaciones a la salud y la vida de las niñas y mujeres, sino que es una vulneración de derechos humanos.
Entre 30 países del mundo, Colombia registra esta práctica en algunos casos como un requisito para el matrimonio y en otros como un rito para pasar de la pubertad a la adultez.
Aunque muchas naciones reforzaron su lucha contra este procedimiento, la ablación persiste en el mundo, en parte debido a la práctica “clandestina” de llevar a las chicas a otros países, según un informe de la oficina de derechos humanos de la organización.
Algunas familias, particularmente en Europa y América del Norte, aprovechan las vacaciones escolares para llevar a sus hijas a sus países y comunidades de origen y practicarles la ablación.
Aunque la mayoría de países en África persiguen esta práctica, el informe advierte que algunos Estados sirven como “centros transnacionales de la mutilación genital femenina”.
“La mutilación genital femenina es parte de una continua violencia de género y no tiene lugar en un universo de respeto a los derechos humanos”, dijo el alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Turk. “Debe ser eliminada en todas sus formas”, agregó.
La agencia de la infancia de la ONU, Unicef, define esta práctica “como la ablación parcial o total de los genitales externos femeninos y otras heridas a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos”.
Este procedimiento puede llevar a problemas graves de salud como infecciones, sangrado, infertilidad y complicaciones en el parto, además de impedir el placer sexual.
Según la agencia de salud sexual y reproductiva de la ONU, más de 200 millones de mujeres en el mundo han sufrido una ablación genital. “Si la práctica continúa al ritmo actual, se estima que unos 68 millones de chicas habrán padecido una mutilación genial entre 2015 y 2030”, señala el informe.
El caso colombiano
En Colombia, según el Ministerio de Salud, la mutilación genital femenina se sigue realizando con el agravante de que no existen registros precisos sobre el número de niñas y mujeres afectadas, ni precisión sobre los lugares donde se realiza, ya que los casos que se conocen son aquellos que causan algún tipo de infección o muerte.
Desde el 2012, comunidades indígenas Embera de los municipios de Pueblo Rico y Mistrató en Risaralda y de Trujillo en el Valle del Cauca han declarado públicamente su compromiso de trabajar en el abandono de la mutilación genital femenina, bajo el concepto de que la “cultura debe generar vida y no muerte”, y en consecuencia se han coordinado procesos e iniciativas de carácter interinstitucional y con las autoridades indígenas para la sensibilización y reflexión acerca de las consecuencias y el daño que ésta práctica produce sobre la salud y la vida de las niñas y mujeres indígenas.
Dentro de estos procesos de reflexión, las comunidades indígenas Embera han concluido que la mutilación genital femenina no es propia de la cultura de su pueblo, sino una práctica aprendida que ha pasado de generación en generación bajo creencias erróneas sobre el cuerpo y la sexualidad de las mujeres. Por eso, para su erradicación se deben concentrar acciones para hacer conciencia sobre el daño que causa, generar un cambio sobre las creencias que hay alrededor de ella, y cualquier otra práctica o tradición que ponga en una situación de desigualdad a las mujeres o vulnere sus derechos.
Una meta por alcanzar para el 2030
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible incluye el objetivo de “lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y de las niñas”, el cual contempla dentro de sus indicadores “eliminar las prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina”.
Colombia, como uno de los países comprometidos con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dirige sus acciones para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y en esa medida tiene como prioridad poner fin a la mutilación genital femenina.
El Ministerio de salud ha indicado que es necesario continuar con el compromiso decidido y la acción inmediata de todas las autoridades de orden nacional y local para visibilizar la mutilación genital femenina, y así generar un cambio sobre las creencias que hay alrededor de ella, hacer conciencia sobre el daño que causa, y apoyar la decisión del pueblo Embera de poner fin a ésta práctica. (Información DW).