REVIVAMOS EL AMOR POR NUESTROS SIMBOLOS PATRIOS, REVIVAMOS NUESTROS SENTIMIENTOS DE COLOMBIANIDAD
Por: Carlos Fradique-Mendez
Educación para la vida en famia
Esta es la lección 808 del diplomado en educación para la vida en familia.
Los símbolos patrios oficiales de cada país son la bandera, el escudo y el himno nacional. Han terminado los juegos olímpicos en Paris y en todos los uniformes, los deportistas lucieron la bandera y en cada premiación sonó el himno nacional del país de cada medallista. Para saber que sienten los deportistas en esos eventos, es necesario vivir en directo una competencia, una premiación. Puedo dar fe de que en cada escenario y más si es en exterior, el sentimiento de colombianidad es sublime. El corazón se agiganta, las lágrimas de felicidad por darle una medalla a la patria Colombia, a la patria chica y a la familia no tienen precio. Son lágrimas de inmensa felicidad.
En Colombia, de cuando en cuando se revive la idea de cambiar nuestros símbolos patrios porque aparecen anacrónicos. Voy a intentar demostrar que están vivos y que nos llaman a rehacer nuestra Colombia del alma.
La bandera es un llamado a que recobremos el valor, el respeto a la vida. Para liberarnos de España se regó mucha sangre y no es civilizado que tengamos que ampliar la franja roja porque en la actual bandera no cabe toda la sangre inocente de nuestros lideres sociales, de nuestros campesinos, de nuestras mujeres vilmente asesinadas por quienes de manera loca se creen dueños de la vida de sus amigas o parejas.
El himno nacional nos recuerda que todavía vivimos noches horribles, días horribles en los que la vida está en riesgo, la libertad se ha distorsionado , el derecho a opinar se torna en insultos, las acciones para prevenir delitos se castigan con asesinatos, las decisiones equivocadas de los gobiernos quedan impunes, la corrupción permea el diario vivir, la inseguridad nos atemoriza, la inequidad crece como espuma y que debemos despertar, unirnos todos en verdaderas acciones de justicia y de democracia para tener la Colombia que predica nuestro escudo nacional cuando nos recuerda que en Colombia deben reinar la libertad y el orden.
Y si vemos el escudo con detenimiento nos llama a impedir que sigamos dejando a la deriva nuestras fronteras, nuestras riquezas y que es orden inmediata el recuperar nuestra fauna, nuestra flora y nuestros recursos hídricos.
Nada justifica cambiar nuestros símbolos patrios y todo nos impone la obligación de cumplir con sus mandatos.
Su amigo, abogado y profesor,
Carlos Fradique-Méndez