–Según el Ministerio de Justicia, los cultivos de hoja de coca y la convergencia de otros delitos ambientales, amenazan ambientalmente a 28 municipios en 5 departamentos y 54 especies están en riesgo crítico y dos ecosistemas bajo total amenaza.

La grave situación fue expuesta este martes por la Dirección de Política de Drogas en el panel “Hacia una política de drogas más verde: reduciendo los impactos ambientales del narcotráfico a través del tránsito a la economía legal” organizada por la cartera de Justicia en el marco de la COP16.

En el espacio se informó también que, tanto el ecosistema de mangle como el de bosque seco tropical se están viendo igualmente amenazados afectando las comunidades de 28 municipios en Nariño, Cauca, Chocó, Bolívar y Norte de Santander.

Al efecto, el director de Política de Drogas, Alexánder Rivera, sostuvo que sí existe una relación directa entre las economías ilegales relacionadas con drogas y el medioambiente.

“Se necesita fomentar el principio de responsabilidad común y compartida para mitigar este impacto negativo en nuestros ecosistemas. Los países donde están las personas que consumen lo que aquí se siembra, tienen una oportunidad inmensa para ayudarnos a reducir la oferta y conservar nuestra biodiversidad”, indicó el directivo.

Al panel asistieron como ponentes: investigador de la línea de Política de Drogas en Dejusticia, Luis Felipe Cruz; directora de la Secretaría de Políticas de Drogas (SENAD) Brasil, Marta Machado; directora de investigación del Instituto Igarapé, Melina Risso; director del Área de Dinámicas del Conflicto y Negociaciones de Paz de la Fundación Ideas para la Paz (Colombia), Juan Carlos Garzón; representación del Global Fellow del Woodrow Wilson Center (Washington D. C.); subdirectora Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito, Alejandra Lozano; subdirector técnico del programa Nuestra Tierra Próspera – USAID, Javier Flórez; lideresa de la Cooperativa Multiactiva de Familias Campesinas del Guaviare – COOMFASOL, Flor Alba Quevedo Triviño; y Agroindustrias del Bosque, Yon Wilson Díaz León.

De acerdo con el resultado del monitoreo a cultivos de coca hecho en 2023 y presentado el pasado 19 de octubre el 48% de la hoja de coca se concentra en zonas de manejo especial, esto es, parques nacionales naturales, territorios colectivos y zonas de reserva forestal.

Entre 2022 y 2023 el área sembrada con coca aumentó el 10%, alcanzando las 253.000 hectáreas en el territorio nacional.

El informe SIMCI en cifras:

– Según los resultados del Monitoreo de territorios con presencia de cultivos de coca, 2023, en esa vigencia se detectaron 253.000 hectáreas de área sembrada con cultivos de coca.

– A diferencia del incremento entre 2021 y 2022, que estuvo fuertemente concentrado en el departamento de Putumayo, en este periodo el crecimiento fue más generalizado.

– 16 de los 19 departamentos con coca mostraron tendencia al incremento; Cauca y Nariño fueron los más afectados.

– Se mantienen los 15 enclaves productivos que concentran el 39% del área con coca en tan solo 14% del territorio con presencia de cultivos de coca 2023. Se mantienen entonces los llamados “clústeres” históricos de producción.

– Norte de Santander, Putumayo, Nariño y Cauca son los 4 departamentos con más de 30.000 hectáreas.

– Bolívar, Córdoba, Antioquia, Chocó y Caquetá, son los 5 departamentos que registran entre 20.000 ha y 5.000 ha de cultivos de coca.

– Valle, Meta y Guaviare registran entre 5.000 y 2.000 hectáreas sembradas.

– Magdalena, Santander, Boyacá, Vichada, Guainía, Vaupés y Amazonas, registran cultivos con menos de 500 hectáreas.

– Un departamento, Cesar, no registró presencia de cultivos de coca en comparación en el censo presentado hace un año.

– 11 departamentos no registran cultivos de coca.

– La producción potencial de cocaína aumentó un 53%

– El 88% de los encuestados afirma haber realizado cuatro cosechas en promedio en el último año a su cultivo de coca. Aunque si bien la mayoría de los cultivadores siguen cosechando los lotes, existen lotes de coca que no están siendo cosechados, lo que responde a situaciones de mercado principalmente en zonas de desconcentración y baja densidad de cultivos.

– La producción potencial de cocaína alcanzó 2.664 toneladas. Esta medición se refiere a cocaína pura y se basa en el supuesto de que todas las hectáreas sembradas son cosechadas para producir cocaína; el dato no descuenta las 746 toneladas de cocaína (pureza desconocida) que fueron incautadas por las autoridades colombianas en 2023.

– En algunas regiones los precios de venta de los derivados de la hoja de coca (pasta y base de cocaína) están alcanzando niveles históricamente bajos y en otras incluso no existe mercado debido a la ausencia de compradores, a pesar de esto, existe evidencia de que la gran mayoría de los cultivos siguen siendo cosechados.

– El 89,5% de la coca está en los mismos territorios donde ha estado en los últimos 10 años; sin embargo, la diferenciación entre zonas de concentración y desconcentración sigue ampliándose.

– La incidencia del crimen transnacional en el mercado de la cocaína se mantiene vigente en la región.

– 47% de la deforestación 2022-2023 del país está sucediendo en los mismos territorios donde se está concentrando la coca.

– 78% de la erradicación manual forzosa validada se realiza en las zonas de concentración de los cultivos.

– Entre 1994 y 2023, en Colombia se erradicaron forzosamente un total de 2.923.316 hectáreas de cultivos de coca, sin representar una solución al problema de las drogas.

En el Gobierno anterior se erradicaron cerca de 400.000 hectáreas de cultivos de coca, sin que se lograra una reducción sostenida del cultivo, por el contrario, el área sembrada aumentó 49% entre 2019 y 2022.?