COP16: Colombia ratificó adhesión al Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura
–(Foto MiAgricultura). En el marco de la COP16, que se desarrolla en Cali, Colombia ratificó su adhesión al Tratado Internacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, lo que le permite acceder y compartir la diversidad genética global para cultivos alimenticios.
La ministra de Agricultura, Martha Carvajalino afirmó que “reafirmar la adhesión al Tratado significa para Colombia consolidar la Reforma Agraria, porque no solo se trata de distribuir la tierra de manera equitativa y justa, sino de distribuir ese recurso valioso de la semilla. Nuestros campesinos y campesinas y las poblaciones étnicas conocen el valor de la semilla y, por eso, han sabido conservarlas y darles un uso sostenible”.
Al respecto, Kent Nnadozie, secretario del Tratado Internacional de Recursos Genéticos de la FAO, destacó que “al ratificar el Tratado, Colombia fortalece su compromiso internacional con la conservación de la biodiversidad y puede implementar un nuevo marco político y legal para utilizar de manera sostenible los recursos genéticos de los cultivos que forman la base de la canasta familiar mundial, y que son indispensables para lograr la seguridad alimentaria mundial y la resiliencia climática”.
Por su parte, Jorge Mario Díaz, director ejecutivo de Agrosavia, manifestó que el acuerdo es clave para la conservación y el uso sostenible de los recursos fitogenéticos a nivel global.
“Este Tratado es esencial para proteger y fomentar el intercambio de semillas, las cuales son la base de la biodiversidad agrícola y la seguridad alimentaria. Además, garantiza que las comunidades custodias de sus semillas participen activamente en la construcción de sistemas agrícolas sostenibles y resilientes”.?
El Ministerio de Agricultura explicó que la adhesión de Colombia al Tratado permitirá contar con un acceso preferente a variedades de semillas de los países adscritos, posibilitando la cooperación e intercambio entre las naciones con diversos contextos ambientales, para el desarrollo de variedades adaptadas a las condiciones locales.
La cooperación y el intercambio facilitado, promovido por el Tratado, cobran más importancia cuando se enfrentan retos como la desnutrición, el cambio y la variabilidad climática, baja productividad, plagas o enfermedades y altos costos de producción.
De igual forma, se fomenta el desarrollo de la economía campesina y familiar, promoviendo la investigación colaborativa entre las comunidades indígenas y centros de investigación.
Además, Colombia podría recibir recursos del Fondo de Distribución de Beneficios, y participar en los programas de transferencia de tecnología y fortalecimiento de capacidades mediante proyectos de alto impacto en comunidades agrícolas, lo que se podría traducir en mejora de cultivos y, en consecuencia, más seguridad alimentaria y rentabilidad.
Países como Japón, Austria, Bélgica, Francia, Egipto, Dinamarca, Estados Unidos, Suiza, Emiratos Árabes Unidos y Canadá hacen parte del convenio.