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Los valencianos luchan por recuperarse de la tragedia histórica de España

–(Foto Xinhua/Pablo Morano) En los primeros tres días de conmoción, sufrimiento y solidaridad tras las inundaciones provocadas por la Depresión Aislada de Niveles Altos (DANA), los afectados de Valencia, provincia española más azotada por esta catástrofe natural histórica, luchan a muerte por volver pronto a la normalidad ante una destrucción masiva e inimaginable.

Además de los 214 muertos confirmados hasta el momento, la mayoría en Valencia, y un número desconocido de desaparecidos, las zonas más arrasadas por el aluvión poco visto en España, los rescatistas, militares, residentes y voluntarios movilizados se ven obligados a limpiar casas, calles y carreteras llenas de innumerables vehículos destruidos amontonados por todas las partes, pese a las dificultades como la falta de agua, luz y comida.

El Centro de Coordinación Operativo Integrado precisó que 202 muertos se han registrado hasta el momento en la región de Valencia, dos en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía.

En la Comunidad Valenciana, la costa este más castigada del país ibérico, aún se desconoce el número exacto de desparecidos tras las lluvias de la DANA que azotaron la región el pasado martes.

Tal es el balance de muertos que el recinto ferial de Feria de Valencia ha tenido que ser utilizado como morgue temporal, pero con muchas personas aún no contabilizadas, se espera que el número de víctimas mortales aumente en las próximas horas.

El medio español “Eldiario.es” publicó que 1.900 personas siguen desaparecidas, mientras que testigos en la región explicaron cómo muchas personas habían entrado en garajes subterráneos para salvar sus coches, pero se habían quedado atrapadas por la crecida de las aguas.

Los medios de comunicación se han llenado de historias desgarradoras de familias que han perdido el contacto con sus seres queridos, quienes han llamado desde vehículos atrapados por la crecida de las aguas para decir “adiós”. Las historias de desamor no tienen fin.

Además, como consecuencias de la devastadora DANA, las inundaciones rápidas y destructivas, como mostraban videos publicados en las redes sociales, provocaron torrentes de agua, de hasta tres metros de altura en algunos lugares, arrastrando automóviles por las calles y amontonándolos como si fueran juguetes.

Puentes arrasados, túneles ferroviarios colapsados y campos inundados en una noche aterradora en la que la gente se subió a los techos de sus casas y automóviles para tratar de sobrevivir y lamentablemente muchos no lo lograron.

La situación no ha mejorado con los cortes en el servicio eléctrico, con más de 130.000 hogares sin electricidad al comienzo de la crisis y la compañía eléctrica Iberdrola confirmó que 23.000 hogares seguían sin electricidad este viernes.

Las inundaciones dejaron a la región de Valencia casi aislada del resto de España, con el enlace ferroviario de alta velocidad entre Madrid y Valencia que se prevé permanecerá cerrado hasta tres semanas debido a los derrumbes en dos túneles, de acuerdo con el Ministerio de Transportes.

Unos 80 kilómetros de líneas ferroviarias también fueron destruidas por las inundaciones, mientras que un centenar de carreteras sufrieron daños, para cuya reparación de emergencia el Gobierno español ha destinado hasta el momento 25 millones de euros.

Casi 2.000 efectivos del ejército español, asistidos por 400 vehículos y 15 helicópteros de rescate, han sido enviados por el Gobierno central para ayudar en las labores de rescate y recuperación.

La tragedia ha mostrado lo peor y lo mejor de la condición humana: la policía informa de que unas 60 personas han sido detenidas por saqueos a raíz de las inundaciones, pero algunas de las escenas más increíbles de los terribles últimos días han sido las imágenes de cientos de vecinos de Valencia, abriéndose paso desinteresadamente por carreteras llenas de barro, armados con palas y escobas para ayudar a limpiar los daños.

Personas cubiertas de barro, limpiando sus casas, las de sus vecinos y las calles es una de las imágenes perdurables de los últimos días en escenas que parecen de película de catástrofes, pero que son la vida real. Los españoles de otras regiones también están mostrando su solidaridad y ofreciendo sus ayudas más urgentes como agua embotellada, comida y ropa.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, visitó el jueves pasado las zonas afectadas y prometió toda la ayuda necesaria para la recuperación, mientras que el Gobierno declaró tres días de luto oficial.

Tres días después de las tormentas iniciales, la región de Valencia está nuevamente bajo alerta por más lluvias fuertes en los próximos días, con alertas máximas en las regiones de Huelva, Castellón, Mallorca y Cataluña y lamentablemente el número de víctimas y familias destruidas por la lluvia torrencial seguirá aumentando. (Información Agencia Xinhua).