–(Imagen Centro Nacional de Huracanes EE.UU.). El huracán Rafael salió de Cuba este miércoles por la noche, dejando a la isla en tinieblas por un apagón generalizado y destrucción en algunos poblados, tras golpear como un poderoso huracán categoría 3.
El Gobierno cubano reconoció en su primera evaluación de daños tras el paso por el occidente de la isla del huracán, señalando que las afectaciones en viviendas, infraestructura y la agricultura han sido “muy fuertes”.
El ciclón tocó tierra a las 16:20 hora local (21:20 GMT) por la costa sur de la provincia de Artemisa y dejó territorio cubano más de dos horas más tarde por la costa norte de Pinar del Río.
El Instituto Meteorológico (Insmet) de Cuba midió vientos de hasta 185 kilómetros por hora y registró intensas lluvias, de hasta 200 milímetros (o litros por metro cuadrado).
El presidente del país, Miguel Díaz-Canel, escribió en redes sociales al término de una reunión del Consejo de Defensa Nacional que se han registrado “grandes afectaciones en Artemisa, Mayabeque y La Habana”, tres provincias occidentales.
En Candelaria, una población de 20.000 habitantes ubicada 75 kms al suroeste de La Habana y muy cerca del punto por donde Rafael entró en la isla, caían lluvias torrenciales con vientos que sacuden con fuerza las copas de los árboles, constataron tempreano periodistas de la AFP.
La isla se encuentra sin servicio eléctrico debido al mismo paso del ciclón. “Fuertes vientos provocados por el huracán de gran intensidad Rafael provocaron la desconexión del sistema eléctrico nacional”, indicó en la red X la estatal Unión Eléctrica.
Se prevé que el huracán atraviese la isla y salga al Golfo de México donde empezará a perder fuerza.
Vientos y lluvia continuas afectaron el miércoles a La Habana. En la capital, de dos millones de habitantes, los comercios fueron cerrados y en varias gasolineras se retiraron la bombas de combustible, mientras que las calles lucían casi vacías.
Miles de personas fueron evacuadas en pueblos costeros de Artemisa y Pinar del Río, por donde se espera que ingrese el ojo del huracán.
“No hay ni un alma” aquí, dijo a la AFP Marisol Valle, una mujer de 63 años, mientras trataba de llevarse algunos muebles antes de que el agua alcanzara su hogar cercano al mar, en Guanimar, un pueblo pesquero a unos 70 kilómetros de La Habana.
En el contiguo pueblo de Alquizar, Liset Herrera, de 57 años, se quejó el martes de no haber podido ver las noticias en la televisión por falta de electricidad.
“Pero por lo que he visto en el teléfono” el huracán se acerca “y si pasa, aquí no va a quedar nada”, lamentó.
Según el diario oficial Granma, se suspendieron “las operaciones aéreas” en la región occidental del país, medida que incluye a los aeropuertos de La Habana y del famoso balneario de Varadero, en la vecina provincia de Matanzas.
Asimismo, la clases se interrumpieron en varias provincias. En La Habana y otras localidades del oeste de Cuba también paró el servicio de transporte público de pasajeros.
Un buque con más de 300 toneladas de ayuda humanitaria salió este miércoles de Venezuela hacia Cuba, en respuesta al impacto de huracanes en el país insular, el más reciente Rafael, de categoría 3.
Desde Puerto Cabello, en el estado Carabobo (norte), el ministro venezolano de Relaciones Exteriores, Yván Gil, expresó que estas toneladas fueron “acopiadas por el pueblo” como un “mensaje de solidaridad con la hermana” Cuba, que ha sido “víctima de dos eventos climatológicos muy importantes en los últimos días”. (información DW).