Más de 158 mil mujeres sufrieron agresiones psicológicas, físicas y sexuales durante los dos últimos años en Colombia
–(Imagen ONU). Los obstáculos que enfrenta la sociedad para lograr una reducción ostensible de la violencia sexual y de género, así como para erradicar el feminicidio, fueron abordados por expertas de América Latina en el Congreso Internacional de Derechos Humanos, Género y Enfoque Diferencial organizado por la Procuraduría.
Paula Andrea Ramírez, profesora de la Universidad Externado y moderadora del conversatorio, abrió la discusión con una alarmante cifra, más de 158 mil mujeres sufrieron agresiones psicológicas, físicas y sexuales durante los dos últimos años en Colombia, con un saldo trágico de 745 asesinadas.
Frente a este complejo panorama, las expertas pusieron de presente puntos críticos como el alto índice de impunidad frente a los casos denunciados. Para Esmeralda Arosemena, vicepresidenta de la Corte Suprema de Justicia de Panamá, la impunidad que reina en estos procesos es la principal causa de la desconfianza que sienten las mujeres para denunciar, lo que las lleva a guardar silencio.
Otro tema analizado fue precisamente la pertinencia de los sistemas jurisdiccionales frente a los casos de violencia sexual y de género, y cómo hacer para incluir los conceptos de enfoque diferencial y equidad de género como buenas prácticas. María Camila Correa, coordinadora de Derecho Penal de la Universidad del Rosario, aseguró que no existe neutralidad en el derecho, pues este se ha creado con una visión paternalista, por lo que planteó que el desafío es cambiar esa perspectiva desde la academia.
Por su parte la académica brasilera, Sandra Martini, habló sobre la invisibilización que aún padecen las mujeres, los miembros de la comunidad LGBTIQ+ y de otras comunidades vulnerables en los sistemas políticos, jurídicos y humanitarios de los estados americanos e invitó a quienes los administran para ponerse en el lugar de ellas a la hora de atender sus casos.
Las expertas coincidieron en indicar que los temas culturales y estructurales de la sociedad frente a la violencia por sexo o género, requieren de una transformación profunda, que elimine los prejuicios machistas desde las primeras etapas de la educación, además de estrategias claras de política pública y canales de denuncia efectivos.
Finalmente, la moderadora concluyó que para prevenir los distintos tipos de violencia contra la mujer es importante atacar las causas: los estereotipos de género y las diferencias de roles que se imponen a los individuos en nuestras sociedades, pues estas se perpetúan en actos de discriminación, intolerancia y casos de desigualdad