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Petro capotea «tormenta» por el nombramiento de Daniel Mendoza como embajador en Tailandia; habla de los cuestionamientos hechos al polémico personaje, sin citar su nombre

–Ya el presidente Gustavo Petro había hecho citas similares en un discurso en Barranquilla, en abierta defensa del polémico Daniel Mendoza Leal, autor de la serie Matarife. Pero el jefe del Estado resolvió dejar constancia escrita en su cuenta en X, para responder a las fuertes reacciones que provocó el anuncio de su nombramiento como embajador en Tailandia.

Este es el escrito del primer mandatario, en el cual, curiosamente, no dice su nombre:

-Me dicen que censure párrafos de una novela por sus contenidos fuertes o que haga culpable a una persona porque sale en fotos sexuales con mujeres adultas o a la mujer que lo haga con hombres adultos, que libremente han tomado esa decisión.

Jamás. Si lo hiciera sería un fascista y soy un demócrata radical y libertario.

Los seres humanos perderán su condición, su libertad total y serán esclavos, el día que dejen entrar las barreras de la cárcel a su sexualidad procreadora de vida, el día que su sexualidad íntima, la arrodillen a la censura.

Solo el derecho de los demás es el limite de la intimidad del ser humano. Cuando el poder invade la intimidad ya no hay libertad ni humanidad.

La libertad humana, tanto para hombres como para mujeres es un principio fundamental del ser, siempre que no se violen derechos de los demás. No violar los derechos de los demás implica no obligar, no ejercer poder, no violentar la niñez o la debilidad mental, significa reconocer en las otras personas su propia libertad y derecho.

Tendría que censurar a Nabokov y a Henri Miller y a Sade, a Bocaccio y a muchos más. Tendría que quemar libros y hacer hogueras con ellos y tendría que condenar a los seres humanos a un censurador cotidiano de su vida íntima. Tendría que repetir la historia de la Santa Inquisición y la quema de quienes llamaban brujas y que no eran más que miles de mujeres libres en la edad media puritana europea y americana, tendría que fusilar a la mujer que decidiera hacer un poema al clítoris y al cuerpo de su amado.o amada.

Tendría que censurar las esculturas indígenas, la tailandesas y las hindúes y los cuadros de Picasso y del Renacimiento. Tendría que censurar películas, a Bertolucci y su novecento, la mejor película que he visto, o a su último tango en París y su canto por la libertad sexual femenina. Tendría que censurar todos los sesenta en el mundo y su mayo del 68, y Tendría que censurar a mí mismo y a casi a todos los habitantes de la tierra porque saben que su mayor energía vital es la que reproduce su especie y por eso se llenó de placer.

No soy nazi y no quemo ni libros ni seres humanos y mi guía rectora es la libertad. Soy un hijo de la vida y por ella combato y entrego mi existencia. Fin del escrito presidencial.

Daniel Mendoza también respondió los ataques:

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