Foto: Secretaría de Salud

Una alimentación saludable aporta los nutrientes esenciales que el cuerpo requiere para funcionar correctamente, preservar o recuperar la salud, reducir el riesgo de enfermedades y garantizar procesos como la reproducción, la gestación, la lactancia, el desarrollo y el crecimiento óptimo. Mantener una dieta completa, equilibrada, suficiente, adecuada, variada y segura ayuda a prevenir enfermedades relacionadas con un consumo insuficiente o excesivo de energía y nutrientes.

Para lograrlo es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas, combinando colores y sabores, si lo hacemos así, estamos diciendo que tenemos una alimentación saludable.

Recomendaciones

Pescados y mariscos

1. Evite comprar los pescados que tengan escarcha o cristales de hielo, ya que puede significar que ha estado almacenado durante mucho tiempo o que se descongeló y volvió a congelar.
2. Después de adquirir estos productos recuerde depositarlos en el refrigerador o congelador inmediatamente.
3. En cuanto a los crustáceos menores como camarones y langostinos, no deben presentar manchas negras, olor desagradable o desprendimiento entre cabeza y tronco.
4. Los calamares deben tener la piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas.
5. Los mejillones u otros moluscos bivalvos, deben tener las valvas cerradas y una vez cocidos, abrirse.
6. Las pencas de bacalao salado tengan un aspecto seco y sin puntos rojos o negros en su superficie, ya que ello indicaría que tienen hongos.
7. Si adquiere camarón entero (gambas), su cabeza debe estar bien adherida sin rupturas. 

Adoptar una alimentación saludable no solo es fundamental para cuidar nuestra salud, sino también para mejorar nuestra calidad de vida. En esta temporada decembrina, invitamos a toda la ciudadanía a tomar decisiones conscientes sobre lo que consumen, priorizando alimentos frescos, variados y seguros. Juntos podemos construir una Bogotá más saludable y sostenible, empezando por lo que ponemos en nuestros platos. ¡Tu bienestar está en tus manos!

Productos enlatados

1. Las latas deben estar en buen estado en el momento de su compra; no deben presentar abombamientos, hendiduras, rupturas, suciedad, golpe y/o óxido. Si encuentra alguna de estas características en una lata, infórmele al expendedor.
2. Cuando no haya consumido el total del producto del enlatado, sáquelos de la lata y guárdelos en refrigeración (0-4°C) en frascos, ya sea de plástico libre de BPA o de vidrio, con tapas.
3. Agua para consumo humano
4. Use agua potable para beber, preparar alimentos, lavar frutas y verduras.
5. Si el agua no es tratada, déjela durante 3 minutos aproximadamente luego de que hierva, y déjela enfriar. Después guárdela en un recipiente limpio y con tapa. No la hierba el agua tratada pues le hará perder la protección del cloro y perderá el proceso de potabilización.
6. Los tanques o canecas para almacenamiento de agua para consumo humano se deben limpiar y desinfectar periódicamente para garantizar que el agua no se contamine y deben mantenerse cubiertos.
7. Para fuentes de agua como aljibes pozos y aguas lluvias es necesario que estén libres de residuos o de otros elementos extraños y deben estar cubiertos.
8. Lavar las manos con agua y jabón para el manejo del agua para consumo y cualquier alimento.

Adoptar una alimentación saludable no solo es fundamental para cuidar nuestra salud, sino también para mejorar nuestra calidad de vida. En esta temporada decembrina, invitamos a toda la ciudadanía a tomar decisiones conscientes sobre lo que consumen, priorizando alimentos frescos, variados y seguros. Juntos podemos construir una Bogotá más saludable y sostenible, empezando por lo que ponemos en nuestros platos. ¡Tu bienestar está en tus manos!