–(Foto río Bogotá AC).La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, terció este sábado en la polémica por la resolución que frenó el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, mediante el cual el Gobierno Nacional trazaba los lineamientos para el ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá.

El director de la entidad, Alfred Ballesteeros Alarcón, afirmó que el ordenamiento de la Sábana al rededor del agua no solo es una necesidad, sino una obligación.

Añadió que el modelo actual donde se densifican los municipios y los pasivos ambientales, la seguridad hídrica y el saneamiento ambiental se convierten en una carga para las autoridades ambientales es insostenible.

«Ordenar la Sabana de Bogotá alrededor del agua no es una alternativa, es una necesidad», puntualizó el gerente de la CAR, y subrayó que la entidad a su cargo continúa impulsando la seguridad hídrica como eje del ordenamiento ambiental del territorio.

Agregó que el crecimiento urbano no puede seguir sin límites, pues sustentó: «Nos estamos jugando el futuro y calidad de vida de 11 millones de habitantes”.

Ballesteros señaló que algunos municipios de la región han crecido sin criterios de sostenibilidad ambiental y afirmó: ¡Crecer sí, pero no así!

Como autoridad ambiental, hizo un llamado a construir colectivamente una nueva propuesta, de la mano con el gobierno cundinamarqués, las alcaldías, las autoridades ambientales de la jurisdicción y, por supuesto, la ciudadanía.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca determinó que el proceso de adopción de la resolución debe reiniciarse, garantizando una mayor participación de los actores territoriales directamente involucrados.

Precisamente, la CAR de Cundinamarca, que es el principal regulador ambiental de la región, fue excluida en el proceso y elaboración de la resolución por parte del Ministerio de Ambiente.