Colombia presentó en la ONU nueva estrategia para combatir las drogas ilícitas basada en la reducción de riesgos y daños
–Un modelo innovador para transformar territorios urbanos afectados por economías ilícitas y violencia, presentó el Gobierno colombiano ante la ONU. Se trata de la estrategia Zonas de Paz y Esperanza (ZPE), con un enfoque basado en la reducción de riesgos y daños (RRD) como eje central de la Política Nacional de Drogas 2023-2033 ‘Sembrando vida, desterramos el narcotráfico’, alejándose del prohibicionismo.
La nueva estrategia fue expuesta por la ministra de Justicia y del Derecho, Ángela María Buitrago Ruiz, en el marco de la sesión número 68 de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND 68), en Viena, Austria, en la cual el Gobierno colombiano pidió revisar la lista de fiscalización de la hoja de coca en el marco de la Convención Única de Estupefacientes de 1961.
El encuentro contó con la participación de Bolivia, Brasil, Ecuador, Guatemala, Perú, Alemania, Italia, Países Bajos, Rusia y Pakistán; y entidades como la Unión Europea, Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y Copolad.
A lo largo de la agenda, Colombia promovió un modelo basado en la vida; la protección de los derechos humanos; el respeto por los recursos naturales y la sabiduría ancestral; la reducción de riesgos y daños (RRD), el desarrollo alternativo sostenible; la regulación diferenciada de la hoja de coca; estrategias para combatir el narcotráfico en reducción, interdicción y sustitución de cultivos de uso ilícito.
“La reducción de riesgos y daños significa salvar vidas y evitar que otros indicadores de salud pública se disparen”, sostuvo la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago Ruiz, en uno de los más de 10 espacios de discusión en los que participó en la Semana de la Conferencia, en la ciudad de Viena.
En un panel compartido con representantes de la sociedad civil, Brasil y Uruguay, la ministra Buitrago enfatizó que la RRD es una prioridad del Gobierno colombiano, en línea con la Política Nacional de Drogas 2023-2033 ‘Sembrando vida, desterramos el narcotráfico’. Según la ministra, este enfoque busca salvar vidas y evitar que otros indicadores de salud pública se deterioren, alejándose de modelos prohibicionistas que han demostrado ser ineficaces.
La jefa de la cartera de Justicia de Colombia también destacó que la Política Nacional de Drogas ha permitido reorientar la acción policial, priorizando la persecución de grandes estructuras criminales del narcotráfico. Asimismo, hizo un llamado a la comunidad internacional para fortalecer la cooperación en la construcción de estrategias más humanas y basadas en evidencia científica para combatir el narcotráfico.
En el marco de la CND 68, la delegación colombiana sostuvo reuniones bilaterales clave. Uno de los encuentros más relevantes fue con Barrister Aqeel Malik, asesor de la Asamblea Nacional de Pakistán, con quien se exploraron mecanismos de cooperación en reducción de daños y mejoras en la atención al consumo de sustancias psicoactivas en el sistema penitenciario.
Otro espacio que marcó un hito para Colombia en el abordaje del fenómeno de las drogas fue la reunión con Países Bajos, donde se discutieron estrategias de prevención y atención al consumo, destacando modelos exitosos como salas de consumo supervisado y encuestas de consumo en línea. El Gobierno nacional busca replicar metodologías efectivas para fortalecer su enfoque de reducción de daños y generar sinergias para el financiamiento y desarrollo de estrategias conjuntas.
El Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia, en su papel como presidente del Grupo de Expertos en Desarrollo Alternativo Integral y Sostenible (GEDAIS), de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD-OEA), presentó su agenda para 2025. Entre las acciones propuestas se incluyen la organización de webinarios técnicos, el desarrollo de documentos de orientación estratégica y la realización de una reunión del GEDAIS en Colombia con visitas a proyectos productivos en territorios afectados por cultivos de uso ilícito.
Durante el evento de la UNODC sobre desarrollo alternativo, el director de Política de Drogas y Actividades Relacionadas del Ministerio de Justicia y del Derecho de Colombia, Alexander Rivera Álvarez, destacó que la implementación de estrategias de desarrollo rural y reducción de vulnerabilidades ha comenzado a desacelerar el crecimiento de cultivos ilícitos en el país.
Adicionalmente, Colombia participó en un evento liderado por Brasil y el Programa de las Naciones Unidas para Desarrollo (PNUD) donde presentó la estrategia Zonas de Paz y Esperanza (ZPE), una iniciativa innovadora que busca transformar territorios urbanos vulnerables afectados por economías ilícitas y violencia. Las ZPE han sido implementadas en ciudades como Tumaco, Buenaventura y Quibdó, priorizando la inclusión social, la generación de oportunidades económicas y la construcción de entornos seguros, lo cual se alinea con la Política Nacional de Drogas 2023-2033. Estas zonas se consolidan como laboratorios de innovación pública, integrando cultura de paz, desarrollo local y fortalecimiento institucional para reducir la influencia de las economías ilegales.
Uno de los temas más relevantes abordados por la ministra Buitrago Ruiz en la CND 68 fue la necesidad de revisar la lista de fiscalización de la hoja de coca en el marco de la Convención Única de Estupefacientes de 1961, argumentando que existe evidencia científica suficiente para diferenciar la hoja de coca de la cocaína y explorar su potencial en sectores como la salud, la alimentación y la industria.
Durante la sesión de la CND, otros países y Colombia coincidieron con Bolivia en la necesidad de impulsar una investigación internacional que permita el aprovechamiento legal de la hoja de coca en su estado natural. La propuesta busca eliminar barreras normativas que han limitado el desarrollo de productos lícitos basados en este recurso ancestral.
Compromiso ambiental y enfoque de derechos humanos
Colombia también alertó sobre el impacto ambiental y ecológico del narcotráfico y sus economías ilícitas derivadas, especialmente en términos de deforestación y contaminación de fuentes hídricas. En este sentido, la delegación colombiana presentó cifras que evidencian la urgencia de abordar el narcotráfico desde una perspectiva biocentrista y de transformación territorial.
Así mismo, en eventos paralelos sobre la actualización de los principios rectores de la ONU, sobre desarrollo alternativo y en un encuentro bilateral organizado por Alemania, Colombia destacó la importancia de garantizar que las políticas de drogas incorporen enfoques de género, inclusión social y respeto por los saberes ancestrales.
Finalmente, la CND aprobó una resolución presentada por Colombia, mediante la cual se crea un panel de alto nivel de expertos independientes para realizar un análisis crítico de la implementación del régimen global de drogas, con el propósito de hacer recomendaciones para lograr mejores resultados en la materia. ?