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Internacional

ONU: Cambio climático golpea a América Latina y el Caribe; eleva precios de alimentos, aumenta la pobreza, la desigualdad y la inestabilidad política

–(Foto Daniel Marenco/ACNUR). El informe regional de la Organización Meteorología Mundial, OMM, advierte que 2024 fue el año más cálido registrado en América Central y el Caribe. También se alcanzaron récords en México y América del Sur.

El informe de la agencia de la ONU, titulado «El estado del clima en América Latina y el Caribe 2024», destaca que la temperatura media en América Latina y el Caribe en 2024 fue +0,90 °C superior a la media de 1991-2020. Dependiendo del conjunto de datos utilizado, fue el año más cálido registrado en América Central y el Caribe, y el más cálido o el segundo más cálido en México y América del Sur.

El Niño influyó en el régimen de lluvias del primer semestre. Por ejemplo, hubo una sequía generalizada en la Amazonia y el Pantanal, donde las precipitaciones fueron entre un 30% y un 40% inferiores a lo normal. En el segundo semestre, el río Negro en Manaos alcanzó un mínimo histórico y el río Paraguay en Asunción alcanzó su nivel más bajo en 60 años.

Los incendios forestales en las regiones del Amazonas y el Pantanal, el centro de Chile, México y Belice se vieron alimentados por la sequía y las olas de calor extremas, batiendo récords en muchos países. En Chile, los incendios forestales causaron más de 130 muertos, convirtiéndose en la peor catástrofe del país desde el terremoto de 2010.

Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul se convirtieron en la peor catástrofe relacionada con el clima en Brasil, causando pérdidas económicas al sector agrícola de unos 8500 millones de reales brasileños (casi 1500 millones de dólares).

Aunque las advertencias y evacuaciones oportunas ayudaron a mitigar los efectos de las inundaciones, hubo más de 180 víctimas mortales, lo que pone de relieve la necesidad de mejorar la comprensión de los riesgos de catástrofe entre las autoridades y el público.

El informe destaca que ese escenario “complejo” se complicó aún más por los altos precios de los alimentos, el aumento de la pobreza, la desigualdad de ingresos, inestabilidad política e inseguridad sanitaria, entre otros factores.

Además, las pérdidas de cosechas y ganado y la interrupción de las cadenas de suministro han afectado significativamente a la disponibilidad de alimentos, a los ingresos y a la estabilidad de los medios de vida rurales.

La agencia meteorológica señaló que, ante ese panorama, es crucial implementar estrategias de resiliencia agrícola, anticipar acciones, fortalecer los sistemas alimentarios y priorizar acciones de mitigación frente al cambio climático.

Según el documento de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), los glaciares agonizantes, los huracanes e incendios forestales sin precedentes, las sequías y las inundaciones marcaron el paisaje socioeconómico de América Latina y el Caribe en 2024, infligiendo graves daños.

El informe pone de relieve el creciente número de víctimas de los fenómenos meteorológicos, climáticos e hidrológicos extremos en las vidas, los medios de subsistencia y las cadenas de suministro de alimentos en una región que no es ajena a la pobreza y la inseguridad.

“En 2024, los impactos meteorológicos y climáticos se extendieron en cascada desde los Andes hasta la Amazonia, desde las ciudades abarrotadas hasta las comunidades costeras, causando importantes trastornos económicos y medioambientales”, declaró Celeste Saulo, secretaria general de la OMM.

Detalló que la sequía y el calor extremo alimentaron incendios forestales “devastadores”. Las precipitaciones excepcionales provocaron inundaciones “sin precedentes”, y tuvo lugar el huracán de categoría 5 más precoz jamás registrado.

Dependiendo del conjunto de datos utilizado, fue el año más cálido o el segundo más cálido registrado.

Además, los glaciares fueron una víctima muy visible del aumento de las temperaturas con la desaparición del Humboldt en Venezuela, que se convirtió en el segundo país del mundo en perder todos sus glaciares. A nivel regional, el informe destaca que los glaciares son fuentes de agua cruciales para millones de personas, por lo que su retroceso acelerado es motivo de preocupación.

Una luz brillante en este informe “sombrío” fue el papel cada vez más importante de las energías renovables, que representan casi el 69% de la combinación energética de la región, señaló la OMM. La energía solar y eólica experimentaron un notable aumento del 30% en capacidad y generación en comparación con 2023.

Otro punto de mejora son las alertas tempranas y los servicios climáticos de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales, que están salvando vidas y aumentando la resiliencia en toda América Latina y el Caribe.

“La labor de la comunidad de la OMM y de todos nuestros asociados es más importante que nunca para hacer frente a los desafíos y aprovechar las oportunidades”, afirmó Saulo.

Además, la agencia meteorológica está mejorando la capacidad de los Servicios Nacionales para apoyar el desarrollo y la integración de las energías renovables mediante previsiones eólicas basadas en inteligencia artificial, atlas solares y eólicos y servicios climáticos, en colaboración con socios locales y regionales. (Información Naciones Unidas).

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